¡El Engaño de los Siglos!

Por: Dr. Norman González Chacón

Todos los que cayeron en el gran engaño de los siglos, sufrirán las consecuencias múltiples de su gran error.  No hay manera de revertir totalmente las consecuencias directas e indirectas de un veneno mortal que fue administrado al organismo humano con propósitos específicos y muy definidos.  Desde hace siglos, la iglesia cristiana tiene la advertencia de una serie de eventos que están señalados para ocurrir al final de los tiempos, y que de una u otra manera, marcarían la diferencia entre los que se salvan y los que se pierden. En el Apocalipsis se advierte sobre una marca que le será impuesta a todos los moradores de la tierra y que definirá su afiliación y su destino eterno (Apocalipsis 13:17). 

Para los siglos XVIII y XIX, la iglesia cristiana estuvo inmersa en un fuerte debate con respecto al día de reposo. Unos alegaban que era el sábado que observaban los judíos, y el otro, el domingo que observaban los cristianos que surgieron de la reforma de Martín Lutero. La discusión sobre este tema se convirtió en un asunto doctrinal, que, al paso de los años, se volvió crítico para definir la línea de separación entre los cristianos que adoptaron el domingo como los católicos, y los bautistas del séptimo día, los adventistas del séptimo día, y otros grupos que permanecieron firmes en la observancia del sábado como día de reposo. Tan ardiente se volvió la controversia, que los teólogos de ambos sectores buscaron toda la evidencia que pudieron encontrar para sostener, cada grupo, su doctrina sobre el día de reposo. Este asunto, se volvió trascendental en la doctrina de cada sector, y en poco tiempo, se estableció teología doctrinal al respecto. Los adventistas, que fueron los más férreos defensores del sábado de reposo, encontraron un buen puntal de apoyo en la profecía de Apocalipsis 13:16-17 donde se señala la imposición mundial de una marca que identificaría a los verdaderos creyentes de los falsos. La marca en particular sería impuesta en la mano y en la frente de los creyentes y nadie podría comprar ni vender sin la marca aludida.

Para los adventistas, el asunto del sábado y del domingo, quedó resuelto en términos teológicos ratificado por la profecía de Apocalipsis 13:16-18, y 14:12-13, que identifica a los verdaderos adoradores al final de los tiempos proféticos. Lo que no previeron los adventistas, es que Satanás, cansado de oír el mismo repetir de su posible estrategia, cambia los eventos y escoge símbolos diferentes para confundir a la humanidad que había proclamado la controversia de sábado o domingo, como el tema sobre el cual se decidiría la suerte de todos los que, de alguna manera, esperaban los acontecimientos que provocarían el día y la hora. 

Los que por siglos proclamaron la estrategia de Satanás en cuanto al día de reposo, subestimaron su inteligencia, su astucia y su capacidad estratégica sobrenatural; no hay que ser muy inteligente para creer que aún, después de muchos siglos, Satanás va a seguir el patrón de conducta que una iglesia decida. No es tonto ni bruto, al contrario, su inteligencia ha logrado establecer la duda y la incertidumbre en una gran parte de la población mundial y la tiene de su lado. También ha logrado unificar sus huestes espirituales y terrenales bajo su mando. Ha diseñado un gobierno mundial que responderá a sus intereses particulares, y unificará los gobiernos de la tierra bajo su poder absoluto. Solo faltan siete años a partir de la publicación de este escrito en 2023, para que se proclame la agenda 2030 o lo que los políticos han llamado: “El Nuevo Orden Mundial o Nueva Era”.

La estrategia de lo que fue la disputa doctrinal entre sábado y domingo, que las iglesias proclamaron como eje de la controversia, no tiene valor estratégico hoy, ni es suficiente evidencia de peso como para dar lugar a una contienda moderna que defina las posiciones claramente. En el nuevo Orden Mundial se trabajará los siete días de la semana y nadie podrá reclamar derechos al respecto. Las enmiendas constitucionales que protegían esos derechos individuales de conciencia están siendo impugnadas y eliminadas de las constituciones que las han sostenido. Es bueno mencionar que esa agenda está siendo perfeccionada en diseño desde hace décadas. Tanto el oriente como el occidente han participado en su diseño y cada año nos acercamos más a su implementación mundial.

La profecía de Apocalipsis 16:12, indica que el río Eufrates se secó para dar paso a los reyes de oriente, y nos advierte sobre el mensaje de las iglesias cristianas que no han entendido las profecías de los eventos finales, ni han proclamado el mensaje de tiempo, le han abierto el paso a Satanás para que junte oriente con occidente en un mismo fin y propósito: Formar la alianza del Nuevo Orden Mundial o Agenda 2030.  Para ese fin, viene trabajando con las iglesias cristianas desde 1863 y uniéndolas en un fin específico: Que rechacen el don de sanidad divina que Dios le dio a la iglesia apostólica para sanar a los enfermos y que sea sustituido por un falso y peligroso sistema de tratar a los enfermos que no cura. Esa es la medicina moderna a base de drogas tóxicas. Esta falsa medicina que no cura, está representada en el capítulo 18:22-24 de Apocalipsis como un tipo de “hechicería” en la que todas las gentes han caído y errado.   

La gran inteligencia y astucia de Satanás ha logrado que las siete grandes denominaciones que se hacen llamar cristianas, evangélicas o de la reforma, todas se hayan aliado a los hospitales y desde allí, han sustituido uno de los dones más preciosos que Dios le concedió a la iglesia a través de su hijo Jesucristo: El don de sanidad.  Este don desapareció de la iglesia cristiana a medida que ésta se fue aliando a los médicos y a los hospitales. Por lo tanto, el asunto de la marca de la bestia que identificaría a los fieles del último tiempo deja de ser la antigua polémica del día de reposo para convertirse en un “issue” o asunto diferente: No existe nada más importante que pueda anteponerse a la salud y a la alimentación, y de eso Satanás sabe…

Desde el mismo principio de la historia de la tierra, el asunto de la controversia entre La mujer y Satanás estuvo basado en comer o no comer. Esa fue la prueba que Eva no pasó en el principio y la prueba en que TODAS las siete denominaciones que se hacen llamar cristianas han fallado. Como señalé en un principio, Satanás no es tonto y cambia sus estrategias de engaño de acuerdo con las circunstancias. La palabra hechicería (pharmakeia) es indicativa de drogas mágicas que le hacen creer al que las usa que está curando, cuando no es así. Ninguna droga cura ninguna enfermedad y la medicina moderna a la que se han incorporado las siete grandes organizaciones religiosas, (“Las siete iglesias de Apocalipsis”) no tienen la forma de curar a los enfermos de manera efectiva como lo hacía Jesús en su tiempo. Dice Apocalipsis 18:24, refiriéndose a esas instituciones: “Y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra”. Como sabemos, casi todos van a morir a los hospitales. Con el tiempo, todos, excepto los que asesinan en las calles, morirán en los hospitales que se convierten en la antesala de las funerarias. “Todos los que han sido muertos”. Esta expresión es indicativa de que los han matado. De lo contrario, diría: “los que han muerto”. Estudios realizados demuestran que los que logran salir vivos de un hospital, la mayoría hubieran sobrevivido sin ir al hospital. La Medicina Moderna a base de drogas tóxicas es incapaz de curar una sola de las enfermedades crónicas que sufre la humanidad. Ese no era el plan original de Dios para curar las enfermedades que sufre la gente.

La Marca o Señal:

Esta marca o señal en la mano derecha o en la frente implica dos cosas importantes: La mano derecha de Cristo fue su mano sanadora por lo que la nuestra, debe ser la mano que imparte salud a los enfermos y sana toda dolencia física y espiritual. La mano derecha del evangelio de Cristo fue su virtud sanadora. En el caso de la marca sobre la frente, es indicativo de un estado claro y bien definido de conciencia.  Ambas cualidades deben identificar al verdadero creyente de este tiempo difícil. La virtud o el poder curativo de Cristo, fue una actividad tan grande y abarcadora que levantó muertos. Su poderosa mano siempre estuvo presta a sanar toda dolencia. En la etapa en que se desarrollan los acontecimientos señalados en el Apocalipsis, la iglesia o pueblo de Dios remanente, debe estar preparada para sanar las enfermedades que sufren los que están en busca de la verdad para vivir en su ley y ser limpiados, purificados, y emblanquecidos, para poder entender el mensaje final y ponerse en armonía con la Palabra (Daniel 1:12-15 y 12:10). Ese proceso de limpieza no es otra cosa que el ayuno sustentado con oración y alimentos vegetales, sencillos y sanos; la dieta original del Edén, la dieta del desierto, la dieta de Daniel, que es la alimentación designada por Dios para su pueblo en los últimos tiempos.  

Toda la información que se puede recopilar al respecto, indica que se producirían unos eventos extraordinarios únicos en su tipo, que estremecerían al mundo por su singularidad sin precedentes y su exclusividad para definir quién está preparado y quién no lo está. El texto de Apocalipsis, según se desarrolla, muestra de forma progresiva y tajante, mensajes de juicio, eventos, plagas, y situaciones descomunales que afectan a todo el mundo existente, la naturaleza, el curso de los ríos, y grandes cataclismos que conmoverán los cimientos de la tierra, afectarán la salud y la vida, y trastornarán, de forma general, a toda la humanidad que se dividirá en dos grupos: Un grupo grande y poderoso, y un grupo débil y pequeño. Al grupo grande, el profeta le llama “La Gran Babilonia” y es manejada y dirigida por los magnates y mercaderes de la tierra. El grupo pequeño, es llamado por Dios: “pueblo mío” (Isaías 40:1).

El capítulo 13 de Apocalipsis hace unas declaraciones que muchos no han podido creer que puedan ocurrir en un mundo democratizado políticamente y en el que tantas vidas, le ha costado mantener ciertas libertades básicas. Sin embargo, la profecía se cumple y el ejemplo de ello acaba de producirse y todo el planeta tierra es testigo de su ocurrencia. La pandemia que paralizó al mundo es el mejor y más fehaciente evento de lo que describe el profeta en el capítulo 13. ¿Se trató de un simulacro o fue una realidad? ¿Se cumplió la profecía, o fue solo un ensayo? ¿Se producirá otro evento mundial como este que imponga una marca que quién no la tenga no pueda comprar ni vender?

No solo comprar ni vender, la situación que provocó este evento no ha tenido, y posiblemente no tendrá otra similar, y los que tomaron la señal están sentenciados a morir antes de lo que su genética lo hubiera determinado en condiciones normales. ¿A quién se le ocurriría que una vacuna o inyección podía sustituir una vieja y muy centrada rencilla teológica entre un día de reposo y otro?

Tal parece que Satanás nuevamente le tomó la delantera a la iglesia como lo hizo con Eva en el Edén. La iglesia esperando por un acontecimiento que ella misma anunció, y Satanás le cambia el juego, la engaña como a Eva, le pone la marca y le dice “No Morirás”.

Esa fue exactamente la razón para los gobiernos de la tierra imponer una vacunación compulsoria universal; para que “no muera gente.” Y tal como ocurrió con Eva en el Edén, ese “No Morirás” fue la sentencia de muerte de un mundo perfecto, habitado por seres perfectos dentro de la creación perfecta de Dios. En el caso de la pandemia, los que no tenían buena salud, murieron primero, luego han ido sufriendo diferentes males los que se creían sanos y muchos de esos han muerto súbitamente sin haberse enfermado jamás.

Ese “No Morirás” es el principio de la muerte y desde que muchos recibieron la marca maldita, comenzó su proceso de deterioro interno y sus vidas serán acortadas de acuerdo con el grado de conciencia y responsabilidad que cada cual tuvo para recibir la marca. Si se salvan o se pierden, eso lo decide Dios que juzga cada caso por sus méritos y conoce el daño que este flagelo le hace al ADN del cuerpo donde se encuentra nuestro nombre celestial en la fórmula en que se colocan nuestros cromosomas. Solo Dios sabe si el proceso de sellamiento acaba de pasar y el remanente está listo para ascender al cielo y los demás, sellados para perdición. Estarán como los judíos que rechazaron a Cristo y que aún esperan que se manifieste el Mesías que ellos crearon en su liturgia.

Tenemos que considerar que este evento pandémico que acaba de ocurrir, sorprendió al mundo religioso desnudo y ciego. La amonestación a la iglesia de Laodicea es a buscar el colirio divino que le cure la ceguera para ver su verdadera condición y darse cuenta de su desnudez espiritual que la hace creerse rica cuando es muy pobre (Apocalipsis 3: 15-19).

Todas las iglesias cristianas cayeron en el engaño, y la gran mayoría de ellas recomendó a sus miembros que se vacunaran, que recibieran la marca, o no podrían asistir a los servicios, ni recibir la comunión. Si esa fue, o no fue, la señal de Apocalipsis 13, solo Dios lo sabe, pero algo muy interno en la conciencia de cada cual, le dirá lo que este hecho significará para su vida espiritual, un día que está muy próximo a ocurrir.

Todos estamos de acuerdo en que ha sido un evento único en la historia del planeta, algo que nunca ocurrió ni se esperaba que ocurriera de la forma y manera que ocurrió.  Fue algo que definió vidas, negocios, políticas, y el curso de la historia. ¿Por qué no puede ser la marca de Apocalipsis 13:16-17?  ¿Nuevamente es la Iglesia cristiana quién decide lo que es de Dios y lo que es de los hombres? ¿Acaso la iglesia cristiana tiene una comunicación tan intima con Dios que éste le da las instrucciones cara a cara como a Moisés? ¿Cuántos cayeron en la trampa si fue un engaño satánico? Repetimos: ¿Cómo podemos estar seguros de que ésta no fue la marca?

La inyección tóxica contiene elementos dañinos a la salud humana que en un período de tiempo pueden ser diferente de persona a persona. Tiene la capacidad de intervenir con los genes y cromosomas para cambiar, la genética divina que es natural en cada criatura, y por la cual somos identificados en los archivos del cielo. La información que se desprende de los estudios científicos responsables, indica que la capacidad del compuesto para desarmar y cambiar la genética original es apropiada para convertir a la raza humana en seres controlados por ondas electrónicas desde distancia. Ese es uno de los planes siniestros que se contemplan en el nuevo orden mundial donde todos trabajarán los siete días para el gobierno sin protestar.  Al desactivar la genética individual que conecta las personas con sus seres queridos y con el Creador, quedarán a merced de la voluntad de cada gobierno que les obligará a hacer lo más conveniente para los fines e intereses de cada Estado.

Al alterar la genética original que enlaza al ser humano con lo que ha aprendido de la voluntad del Creador, se queda a merced de los que manejan las ondas magnéticas que dominarán el cerebro y voluntad a la de los intereses creados para ese fin. Muchos serán como autómatas dirigidos por inteligencias artificiales que los usarán para sus fines y propósitos.

Por esa razón, recibir una de estas vacunas mensajeras es sumamente peligroso para los que anhelan salvarse y vivir con Cristo en la tierra nueva. Los que no reciban la marca de la bestia de Apocalipsis 13, no tendrán que correr el riesgo de ser convertidos a esclavos de los gobiernos que pretenderán hacer trabajar a la gente los siete días de cada semana. Por eso, la marca de Dios, es el único refugio que nos puede servir para no tener que vivir esa experiencia satánica. En medio de esa política de cambio a la nueva era, Dios intervendrá con los que no tomaron la señal de la Bestia ni de su imagen y los recogerá como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas y los protege. Estarán esperando a su salvador en lugares aislados, en campos y montes donde estarán refugiados fuera del alcance de los enemigos que los buscarán para inyectarles los controles químicos y no los hallarán, pues el Señor, en medio de la tormenta de persecución y odio, levantará a su pueblo fiel y dejaremos esta tierra maldita por el pecado y la maldad para que Satanás y sus ejércitos dominen la tierra como siempre ha  deseado, e imponga su gobierno demo-níaco mundial, su agenda 2030, su nueva era y que se dé el gusto de gobernar a quienes le den su voto de confianza para sus fines. De esa etapa, en que el pueblo de Dios sea rescatado, a la venida gloriosa de Cristo con la Santa Ciudad a esta tierra, pasarán mil años y durante ese término los súbditos de su gobierno se darán cuenta del pésimo gobierno de Satanás que no logrará ninguna de las metas que se ha propuesto debido a que “Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los edificadores” (Salmo127:1-2).

El mundo seguirá su curso como hasta hoy, y muy pocos extrañarán al pueblo de Dios que fue levantado y que estará esos mil años con Cristo en la Santa ciudad, aprendiendo todo lo “nuevo” de la nueva creación que se comenzará a construir a raíz de la destrucción final de Satanás y de los impíos que con él fraguaron la rebelión contra Dios y su pueblo. Al bajar la Santa Ciudad de oro puro y brillante con los salvados, el gobierno de Satanás al borde de la quiebra mas desastrosa, tomará la equivocada decisión de tratar de tomar por la fuerza la Santa Ciudad de Dios donde se encuentra su pueblo redimido y reúne sus ejércitos y armamentos bélicos para atacarla. Al lanzar la primera bomba, el escudo protector de la atmósfera de la ciudad santa lo repele, y prende el fuego destructor en los ejércitos satánicos y hace explotar toda la artillería química iniciando el fuego que los destruye para siempre.  

Nota 1: 

Cuando estudiamos la revelación del libro apocalíptico a la luz de su iluminación previa, revelada en las siete parábolas de Mateo 13, que contienen la clave, dada por Jesús para interpretar las profecías de ese último libro, y lo hacemos con toda humildad de aprender, con ayuno y oración, la presencia iluminadora del Espíritu Santo se manifiesta en imágenes claras y entendibles. 

Entonces nos convertimos en receptores humanos de la presencia divina de Dios. Cuando nos convertimos en el instrumento que Dios puede usar para comunicar el contexto histórico de su pueblo, y cómo éste ha guiado a sus profetas y a sus siervos a través de los siglos, no es difícil crear un cuadro claro de los acontecimientos que se manifiestan en la profecía. Por esa razón, y tomando en cuenta que Dios ha dirigido a su pueblo en el pasado, las profecías se constituyen en parte esencial de ese mensaje instructivo para sus mensajeros y caudillos. Así lo mostró con claridad en los planes del santuario y estableció su pacto con el hombre. Así está en este momento, iluminando hoy la mente de quienes se dejan guiar a la descripción profética de la última revelación. De aquí en adelante, cada cual es responsable de creer, o no creer; de hacer, o no hacer.

El tiempo llegó, la profecía se cumplió. Estamos en la espera para que el mundo actúe de acuerdo con las órdenes de su comandante Satanás y adelante los pasos para comenzar a cerrar el cerco sobre los fieles hijos de Dios que se oponen a toda la obra maligna. Ellos anhelan salir de Babilonia y refugiarse en los campos y en los montes donde serán resguardados y levantados. Esa es una acción, que tan pronto los fieles tomen, el Señor les abrirá el paso y les proporcionará los lugares donde han de refugiarse y esperarán por su rescate divino. Los que se queden en las ciudades y en medio de las metrópolis, sufrirán persecución. No podrán obtener alimentos sanos, serán encarcelados, y muchos desertarán de la fe para salvar sus vidas. Otros por el miedo a las leyes que los gobiernos promulgan, van a querer apartarse, servir a dos señores, y caerán en la trampa del enemigo. 

Este es un asunto personal que se desliga de los lazos familiares. El Señor le indicó claramente a sus discípulos que en esa etapa: “Estarán dos moliendo en un molino; uno será tomado y otro será dejado. Estarán dos trabajando en el campo, uno será tomado y el otro será dejado”. Este escogido que selecciona a los que se han de salvar de entre los que desean salvarse, es un remanente de la semilla que cayó en buena tierra y dio fruto. Aún, entre los que huyan a los montes y salgan de las ciudades, no tienen la seguridad de salvación pues tenemos el ejemplo del pueblo de Israel: Más de un millón de personas salieron de Egipto para la tierra prometida y solo llegaron dos. Ese porciento tan bajo, comparado con la población mundial de hoy, es significativo de que muchos son llamados, pero pocos escogidos. Ese es uno de los tres errores doctrinales de la iglesia cristiana y es de origen pagano. Es otra de esas medias-verdades que Satanás inventó para seguir engañando a la humanidad: Proclama la salvación universal a todo el que cree por fe. Eso no es del todo correcto ya que es un error doctrinal que se ha propagado en el mundo cristiano para obligar a Dios a aceptar la voluntad de la iglesia por sobre las verdades establecidas por Él en Su ley. Creer por fe no es un elemento de salvación por sí mismo, es parte del concepto amplio de salvación que surge del mismo principio de orden que surge de la ley.

En esa fase final del mundo para el remanente, se presentarán de nuevo los tres errores doctrinales ante toda la humanidad, y muchos que han luchado por salvarse se perderán confundidos por esa demagogia: Nuevamente se oirá y ya se oyó la voz de Satanás proclamar: 

1. “NO Morirás”; “Para eso te tienes que vacunar”

2. “Todos los que creen en el Señor se salvan” ¡Falso! La salvación universal es otra mentira del engañador.

3. La ley de los diez mandamientos fue abolida en la cruz por Cristo: Si así hubiera sido, Jesús lo hubiera dicho, y dijo todo lo contrario: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”

Estos tres errores que corren en la cristiandad como doctrinas, son la levadura que una mujer (dígase Iglesia) puso en tres medidas de trigo bueno hasta que toda la masa “del evangelio” quedó fermentada con los errores anteriores y éste último (Mateo 13:33, 16:12).

Las mentiras de Satanás son las mismas, pero las disfraza de nuevos eventos para que la iglesia no las reconozca. La antigua mentira del Edén y la última de la pandemia, son la misma mentira que la iglesia ha enseñado por siglos como la inmortalidad del alma, el estado de los muertos, y la vida después de la vida.  Esos tres errores básicos fermentan, adulteran y transforman la verdad del evangelio en filosofías teológicas y vanas sutilezas. Nadie se salvará creyendo y practicando esas mentiras. “La iglesia cristiana ha sido pesada en la balanza del santuario y ha sido hallada falta.”

Nota 2:

Los que creyeron en la mentira y recibieron la inyección experimental, permitieron que un elemento tóxico, innovador y muy particular, entrara a su organismo con un mensaje específico al genoma y por consiguiente, a cada organo y célula del cuerpo.

Sin entrar en los tecnicismos de la química biológica que lo define, podemos concluir que este experimento lleva un propósito diferente al de todas las vacunas existentes hasta ese momento. Se trata de un ARN mensajero que lleva una misión específica para transformar el genoma humano y hacerlo vulnerable de tal manera que la voluntad humana pueda ser manejada desde afuera a distancia.

Al trasponer las tiras de ADN, se pierde la identidad genética que traemos de nacimiento. y quedamos susceptibles a ser manipulados a través de ondas de radiofrecuencias específicas diseñadas para ese fin. Se pierde también la identidad genética que recibimos del Creador cuando nos formamos en el vientre de nuestra madre y recibimos el espíritu de vida. Esa identidad es sagrada y corresponde a nuestro nombre divino, que un día se nos ha de revelar escrito en una piedrecita de jaspe blanco.

Lamentablemente, para los que recibieron la inyección satánica, introdujeron en su cuerpo un elemento tóxico con una misión específica: alterar el genoma humano, para recibir mensajes de ondas que se estarán irradiando para ir dominando la naturaleza humana desde centros de control que llevarán a la humanidad a una esclavitud voluntaria a las órdenes que se impartan desde centros especializados.

A raíz de la vacunación compulsoria, hemos observado que muchos organismos sanos,  fuertes, atléticos, y bien formados, han sucumbido y han caído muertos a raíz de los efectos adversos de la inyección experimental. Otros han sufrido infartos, han desarrollado tumores cáncerosos, trombos, inflamación de las meninges y de las arterias del corazón, así como otras condiciones de salud que nunca antes habían sufrido.

Ya hay documentación científica que confirma lo que está ocurriendo en personas con dos o tres dosis del tóxico aludido.

En la sociedad y en la familia, se han efectuado cambios diversos en el comportamiento de los inyectados que van desde trastornos de la personalidad, variaciones extremas en el carácter; dificultad para aprender en niños y adultos, disminución proporcional de la espiritualidad en los que la tenían. Lentitud en desarrollar ideas y comprender el texto escrito, de temas convenientes. Muchos sufren de irritabilidad constante, lentitud al manejar vehículos o máquinaria, torpeza al caminar y al llevar a cabo tareas. Se aprecian trastornos de la personalidad, trastornos del sueño, trastornos de la menstruación en mujeres, impotencia en hombres, esterilidad reproductiva en hombres y mujeres jóvenes, dolores musculares, infartos al miocardio, miocarditis y pericarditis, alergias, picor en la piel, úlceras de todo tipo, y muerte súbita, sin que se pueda detectar su causa.

Muchos pastores y sacerdotes han observado la pérdida proporcional de la espiritualidad de sus congregaciones. También la pérdida de interés en participar activamente en los servicios que se ofrecen.

Todo esto se puede justificar como parte del plan preconcebido para preparar a la humanidad para el establecimiento de un gobierno global universal que estará dirigido inicialmente por una junta nombrada por Jefes de Estado. Éstos responderán todos a un mismo fin. Le han llamado Agenda 2030 porque se espera que para esa fecha se pueda implantar con efectividad y esa es la meta de todos los gobiernos existentes. Los nuevos proponentes del sistema les han prometido una exitosa actividad financiera y una gran prosperidad como nación y como individuos a sus dirigentes políticos actuales. Por eso, todos desean apresurar la instalación de esa nueva era, para poder disfrutar de los beneficios que obtendrán cuando eliminen las pensiones de los retirados, las ayudas económicas, los proyectos sociales, y todos los gastos que los gobiernos incurren atendiendo a los minusválidos que serán sacrificados tan pronto dejen de producir trabajo para el Estado. Los incapacitados para trabajar recibirán una inyección letal, que los pondrá a dormir el sueño eterno. Los niños que nazcan serán propiedad del Estado y serán lactados por la madre, durante un tiempo corto y definido, y luego el gobierno se hará cargo de ellos y los criarán y educarán para convertirlos en esclavos del sistema o en técnicos del régimen. El cerebro de este proyecto no es otro que Satanás, y lo ha presentado a los líderes de los países como la gran solución a los problemas económicos de los países. 

La eliminación de la posibilidad de guerras y conflictos entre naciones, el fin de la recesión económica y el florecimiento de una nueva economía mundial, y la solución a todos los problemas de los gobiernos actuales, hacen de esta idea satánica, una invitación que ningún líder político puede despreciar.

Continuará…

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