¡El Gran Conflicto!

Por: Dr. Norman Gonzalez Chacón

Video Introducción:https://rumble.com/v2waaw2-el-gran-conflicto.html

Hablaremos del gran chasco que ocurrió en 1844, cuando un gran grupo de cristianos se quedaron esperando la venida del Señor.  Habían llegado a esa fecha tomando en consideración la terminación de las setenta semanas de la profecía de Daniel 8 y 12. Muchas de las interpretaciones proféticas que se consideraron para ese tiempo, siguen vigentes en la Iglesia Adventista hoy día, mientras que las demás denominaciones, por no tener una excusa, ni una explicación para ello, han optado por ignorar todo lo que tiene que ver con el cumplimiento de los eventos proféticos, y solo proclaman la venida de Cristo como la culminación de Su promesa a los discípulos. 

Tratando de aclarar este asunto, Elena G. de White intentó describir los acontecimientos que debieron haber ocurrido al final de los 2,300 días de Daniel 8:14, que se describen en la página 470 del libro Conflicto de los Siglos de su autoría, y que más adelante trata de aclarar en las páginas 478 y 479. 

Analicemos este asunto, a la luz de lo que Jesús le pudo adelantar a los discípulos en cuanto a su venida y el fin del mundo. Tanto el libro de Daniel que había sido escrito siglos antes, como el Apocalipsis, que aún no se había escrito, necesitaban la clave secreta que aún no había sido descubierta por la iglesia primitiva, y por esa razón, los cristianos de esa época conjeturaban las escrituras tratando de entender y explicar el significado de las imágenes proféticas. Sin embargo, Jesús ya le había dado la clave secreta a sus discípulos en Mateo 13 y ninguno de los entendidos la entendió.  En alusión a este tema del 1844, en la página 479, se explica (dictado en el mismo lenguaje simbólico): En la parábola de las bodas, se dice que Cristo se casa con la iglesia, representada por la Santa Ciudad. Este es el primer error que tenemos que corregir. La iglesia, el pueblo de Dios, está representado en la parábola por las diez vírgenes; las sabias, que se prepararon para cualquier evento y las fatuas o descuidadas, que no lo hicieron. La aclaración de la señora White es pertinente y muy importante porque aclara que la esposa representa la Ciudad Santa y las vírgenes que van al encuentro del esposo simbolizan a la Iglesia. En el capítulo 19 de Apocalipsis, el pueblo de Dios, lo constituyen los invitados a la cena de bodas. Ella añade aclarando el asunto: “Si son los invitados, no pueden representar también a la esposa”. Este es uno de los problemas más graves que esta interpretación crea en la mente de muchos que analizan el asunto y tratan de entenderlo. La confusión de los eventos se produce al tratar de explicar la venida del Señor al lugar santísimo del templo templo en 1844, como la venida a la tierra, y no entender el asunto clave del santuario que se estaba realizando en ese tiempo que puede aclarar la serie de sucesos. 

Qué implica este acto:

1. El paso del sumo sacerdote del lugar santo al lugar santísimo. Es un asunto que se llevaba a cabo en un solo día en el santuario de Israel. No podemos llamar a ese acto una venida del Señor a su templo porque se trata de un paso transitorio en su ministración al que no debemos llamar “venida”. No podemos justificar un error con otro error. No podemos perder de vista que cada símbolo o representación profética tiene un original. Por esa razón, la Sra. White se da cuenta y aclara: “Si son los invitados, no pueden representar también a la esposa”. Si Jesús se casa con la Santa Ciudad, ¿Como se va a casar con la iglesia? ¿Quienes constituyen el pueblo de Dios o los invitados? Aquí está la clave del error que cometió la iglesia al aplicar una teología inventada para salir de un error, y al hacerlo, comete otro error mayor. Ninguno de los teólogos de la Iglesia ha corregido esto porque cuando han tratado de hacerlo, los despiden, los retiran, le pierden la confianza y los sacan de la iglesia o de la consejería como desertores, cuando lo que han hecho, es tratar de poner el mensaje en orden y que la profecía se aclare por sí misma. En un artículo anterior les hablé de los dos mensajes de la Biblia contenidos en el capítulo 7 de Apocalipsis, que habla del librito escrito por dentro y por fuera. Allí se aplican los dos mensajes que corren paralelos en la Biblia. 

2. La representación simbólica de la Iglesia, en la profecía, es una mujer. En todas las alusiones apocalípticas y parabólicas, la mujer y la iglesia (o pueblo de Dios) se representan mutuamente.  Esta es una constante que no se puede negar, ni cambiar a priori, y comienza desde el mismo principio, desde el Edén. Lo constata el profeta Isaías en Isaías 4:1 y el mismo Jesús en Mateo 13. La iglesia y la mujer se representan mutuamente en la Biblia. Cuando analizamos las parábolas de Jesús, tanto de bodas como de la levadura, podemos entender este simbolismo claramente y ponerlo en la perspectiva correcta al interpretar la profecía, y esto es un patrón que permanece desde Génesis hasta Apocalipsis. Dios no cambia de parecer. La Biblia, o su palabra, permanecen para siempre. Los símbolos son conceptos permanentes y no pueden alterarse a conveniencia de alguien. Por eso, la pluma inspirada aclaró: “En el Apocalipsis, el pueblo de Dios lo constituyen los invitados a la cena de las bodas (Apocalipsis 19:9). Si son los invitados, no pueden representar también a la esposa”. (El Conflicto de los Siglos página 479-480).

Aquí la Sra. White hace alusión a la parábola de las diez vírgenes y aclara el error, que a pesar de su intervención a tiempo, es confirmado a través del texto, y ha obligado a la teología a establecer algo que no es parte de la realidad profética y que se ha introducido como un grano de levadura en el mensaje profético que ha leudado o fermentado toda la masa del Evangelio. Para compensar el error y tratando de aclararlo, se comete otro más grave; porque distorsiona aún más el evento profético y confunde a la feligresía. Su pueblo no iba a asistir en persona a las bodas, dice ella. Ya que estas se verifican en el cielo, mientras que ellos están en la tierra. A ellos se les representa como si entraran a la boda. Más adelante se contradice diciendo: En ese sentido se dice que ellos van simbolicamente con él a las bodas. Este es un asunto muy serio, que si no se explica correctamente, confunde al lector y lo saca de los acontecimientos proféticos en orden, y lo obliga a conjeturar la invitación a las bodas del Cordero que son extendidas a todos en este tiempo. Solo los que se hayan vestidos apropiadamente entrarán y disfrutarán con Cristo ese evento único en su clase. Aquí se producirá la unión de lo terrenal humano con lo celestial divino y se unirán, con lazos permanentes, la familia del cielo y la familia de la tierra. ¿Cómo es que en un evento de tanta importancia, los invitados no pueden asistir cuando fueron llamados y convocados para estar presentes? La invitación le toca hacerla, a las damas de interés general: La madre del novio y la novia en persona (Apocalipsis 22:17).

3. Se introdujeron elementos que no son correctos en la descripción de esta fase de la celebración de bodas: Uno es la introducción de un juicio investigador que no termina nunca y el otro es la confusión de con quién se casa el novio; unos dicen que con la iglesia y otros con la ciudad santa. La iglesia ha sostenido por siglos que Jesús se casa con la iglesia que viene a buscar, que está representada  a su vez por:  

  • La Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén. 
  • La Iglesia rescatada de la Tierra.

Ambas teorías se caen ante la realidad profética porque para que haya un símbolo debe haber un original o una realidad que los represente. La realidad es vestida de simbolismo, y son los símbolos los que representan la realidad. Si Jesús se casa con la iglesia, ¿Quiénes son los invitados a la boda? Si se casa con la nueva Jerusalén, ¿Cómo se explica la relación de la familia del cielo con la familia de la Tierra? ¿Cómo podemos enlazar una cosa con la otra sin cometer el adulterio de una verdad que es trascendental en los planes divinos futuros? ¿Cómo podemos entender y poner por separado los eventos de la boda  expresados por Jesús en los Evangelios? ¿Cómo podemos corregir el grave error de la Iglesia en el orden y ocurrencia de los acontecimientos o eventos relacionados a su venida al supuesto juicio investigador que descubre a un hombre sin el vestido de bodas en la fiesta o ceremonia nupcial?

Tenemos que establecer las reglas de interpretación claramente, para no cometer el mismo error de la Iglesia de 1844 que se ha sostenido hasta el día de hoy. Los detalles de las tres parábolas de bodas de los Evangelios, nos deben dar la clave correcta, sin lugar a dudas. Aunque la presencia de Jesús en la boda de Caná fue un evento real donde el Maestro hizo su primer milagro, se introduce un elemento clave para entender e interpretar las otras parábolas de bodas.

  • A la mitad de la semana, se acabó el vino.
  • La materia prima para hacer el nuevo vino no es la uva, es el agua.
  • Al tomar el vino nuevo, los ebrios que ahora, a mitad de la semana estaban borrachos, experimentan un fenómeno: Quedaron sobrios y reconocieron que el buen vino no necesariamente puede emborrachar, como ocurrió con las uvas que comió Eva del árbol de la ciencia y que nubló su mente. 

Las Bodas en Caná

Es importante conocer el contexto de las celebraciones de bodas en la región donde se origina la parábola. Las bodas en esa región duraban una semana. Durante todo ese tiempo, la novia se trasladaba a la casa del padre del novio, donde era observada por la familia de éste y allí se le realizaban las pruebas de virginidad, supervisadas por la madre del novio, que se ocupaba de ese asunto. De esa manera, al finalizar la semana en que se celebraba la boda, la novia recibía el endoso y recomendación de los padres del novio. Desde el comienzo de la semana de bodas, el novio se hospedaba en la casa de su mejor amigo, hasta el día en que se celebraba la ceremonia nupcial donde se encontraban ambos novios y le era entregada la esposa. El novio venía acompañado de un séquito de jóvenes vírgenes que salían desde la casa del amigo del novio, hasta el lugar donde se celebraba la boda, que casi siempre era en la casa del padre del novio. El amigo del novio coordinaba los detalles de la salida y éste salía a la hora acordada hacia la casa del padre donde se celebraría la última parte de la ceremonia en la cual se le entregaba la novia. Si todo estaba en orden, el novio recibía el aviso y salía en marcha con las vírgenes a la parte final de la ceremonia de bodas. Si algo inesperado ocurría, que atrasara la ceremonia, se enviaba un mensajero para que el novio no llegara a la casa y la novia no estuviera lista esperando en el altar. Esa era la costumbre, y por esa razón, algo ocurrió con la novia. Algo que hizo que el novio de la parábola de bodas, junto a las diez vírgenes, se detuvieran en el camino. Algo ocurrió que la novia no estuvo lista, aguardando en el altar. Eso cuando ocurría se consideraba una gran vergüenza para el novio y sus familiares.  En la parábola, no se explica el problema, pero el novio se tuvo que detener para dar oportunidad a que el problema se resolviera y pudieran continuar la marcha. Pero la demora fue larga y las vírgenes se durmieron todas. Por lo tanto, La tardanza del esposo no responde a una situación provocada por éste, sino que es el resultado de algo que ocurrió con la novia, que no estaba lista en su lugar, esperando en el altar nupcial a la hora indicada. Eso era altamente vergonzoso para el novio y su familia. ¿Qué ocurrió?

Con esta ilustración de las bodas en esa región de Palestina, Jesús le enseña a los discípulos una lección muy importante: no fue el novio o el esposo quien demoró la ceremonia de bodas como enseña la iglesia y como se dice y enseñan todas las iglesias. Lo que da lugar a que las vírgenes se durmieran todas, es que la novia no estaba lista y por alguna razón no llegó a tiempo al altar para esperar al novio a la hora indicada.

Esta lección que la iglesia enfatiza en las  cinco virgenes prudentes que guardaron aceite y las cinco vírgenes fatuas que se durmieron, ha sido malinterpretada por la iglesia cristiana que le achaca la demora, injustamente al novio. Por eso, dicen: “la tardanza del esposo” en llegar a las bodas y se aplica en la teología cristiana a la supuesta demora de la segunda venida de Jesús a la Tierra. ¿Quién es el culpable? Es obvio que el novio fue avisado y se detuvo en el camino para dar tiempo a que la novia estuviera preparada. No se explica la razón debido a que no existe razón alguna para que este percance ocurra. La novia debía estar en el altar a la llegada del esposo. Es la fase final de la ceremonia que cierra el evento, y era la costumbre en esa época y en esa región, cuando se le entrega la novia al esposo. Jesús conocía la tradición. Y por eso usó la parábola para ilustrar el asunto, no solo de que las vírgenes se durmieran, sino la razón por la cual, ocurrió la demora del esposo en llegar a la ceremonia final.

Si analizamos la parábola a la luz de la costumbre de la época y de la región, podemos descubrir la razón por la cual, Jesucristo el novio, se ha demorado en llegar a las bodas. En este caso, nosotros, los fieles amigos de la pareja, somos los invitados. “Si somos los invitados, no podemos ser la novia”. Por lo tantola Iglesia nuevamente se equivoca en su interpretación de la parábola y del evento profético que le es presentada al profeta Juan en la visión que se discute sobre ese tema en Apocalipsis.

Vamos a repasar el texto de apocalipsis, a la luz de la parábola, y tendremos una visión más clara de lo que allí se explica:

Primeramente, tenemos que estar claros en cuanto a que todo símbolo tiene que tener una realidad. En la página 479 del Conflicto de los Siglos, se trata de aclarar el asunto que tanta controversia causó porque se mezclaron los símbolos con los símbolos y se ignoró la realidad que sostenía el símbolo. Por eso. La escritora aclara: “si son los invitados, no pueden representar tambien a la esposa”. Por lo tanto, cada símbolo debe tener una realidad para que pueda entenderse correctamente la parábola. Veamos el simbolismo en su realidad:

  1. La boda representa la unión de lo terrenal con lo celestial. El acto de ser investido Cristo de la dignidad de rey, y eso implica que toma esposa y congregación.
  2. La ciudad santa, la nueva Jerusalém que es la capital de su reino y lo representa, se denomina profética y simbólicamente, la novia, la esposa del Cordero. Lo subrayado está incorrecto, no es la esposa ni lo representa.
  3. La esposa, la novia, o la mujer, representa a la iglesia y ésta es representada en todo el texto bíblico por una mujer. Y la ciudad santa representa a su vez a la novia o esposa.
  4. Las vírgenes que acompañan al esposo simbolizan a las Iglesias que son los invitados a las bodas; unas prudentes y otras menos prudentes. Dice la escritura inspirada aclarando el asunto. “Si son los invitados, no pueden representar también a la esposa”; y de inmediato cita a Daniel 7:14, y a Apocalipsis 21:2, donde dice: “preparada como  una novia”. En la confusión en que se produce el evento que esperaban y que no vieron cumplirse, cometieron varios errores que nunca han corregido por no dar marcha atrás a las conjeturas que crearon para justificar su error. Más adelante, comenta: “las que estaban preparadas, entraron con él a las bodas y fue cerrada la puerta”. Su pueblo, (las iglesias comisionadas, no van a asistir en persona a las bodas, ya que estas, se verifican en el cielo, mientras que ellos están en la Tierra). Esta explicación, más que aclarar, confunde debido a que si somos los invitados. No podemos representar a la esposa ni quedarnos afuera, y si somos los invitados, no pueden celebrarse las bodas debido a que no pueden haber bodas sin la presencia más importante que son los testigos o invitados que la justifican. Sin los invitados, el hombre rey no podía celebrar las bodas de su hijo, por lo tanto, la argumentación representativa, se descompone del símbolo en ese asunto tan importante, debido a que a la Iglesia no le interesa aclarar correctamente el tema, ni ha querido poner los eventos en el orden correcto para no tener que reconocer que estaba eqivocada y justificar la invención de un juicio investigador que dura cientos de años y parece nunca terminar.  En la parábola, el hallazgo de un invitado sin el traje apropiado representa ese acto de juicio que el rey hizo en un segundo y no le tomó años en tomar la decisión de expulsarlo de la boda. La aclaración del Conflicto, página 510, alude al caso de la visión de Daniel 7:9-10, que fue donde siglos antes, sin los nuevos detalles que surgen en el Apocalipsis, se habla de un juicio. Por lo tanto, esa descripción de juicio, no puede ser usada como evidencia actualizada de un juicio, que según la iglesia, dura siglos, y que al poder divino le toma segundos o fracciones de segundos en decidir quién se salva y quién se pierde (Mateo 24).
  5. Daniel describe la escena: “El juez se sentó y los libros se abrieron”. En el Apocalipsis lo describe mas simple: “y otro libro fue abierto. El cual es el libro de la vida, y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros según sus obras”. Apocalipsis 20:12. Es obvio, que Daniel no podía ver otra cosa que no fueran los libros de su tiempo. Al igual que en el Apocalipsis, Juan lo ve y no tiene la capacidad, ni la experiencia para comprender que Dios no necesita escribir los nombres y buscarlos en orden alfabético, en libros viejos, como tenemos que hacer en la tierra. Ni estar siglos, escrutando la vida de cada uno, ni siquiera de los millones que se pierden. La tecnología dirigida divinamente, es mayor que la tecnología cibernética que el hombre ha creado y que permite que al segundo aparezca toda la información o temática que se busca, sobre todo, a la información personal de cada ciudadano. La tecnología viva divina va más allá de meros libros antiguos o rollos de pergaminos que, según la Iglesia ha enseñado, toman siglos en realizar una búsqueda interminable de quién se pierde o se salva. Daniel lo ve como se hubiera visto en su tiempo, que vivió en la época en que los reyes y dignatarios leían de los manuscritos, los edictos y juicios. Se describe la escena como sigue: “Estuve mirando, dice el profeta Daniel hasta que fueron puestos tronos y se sentó un anciano de días cuyo vestido era blanco como la nieve y el pelo de su cabeza como lana limpia”.“El juez se sentó y los libros se abrieron” (Daniel 7:9 al 10).
  6. Esta es la forma en la que el Ángel le presenta al profeta Daniel el juicio celestial mediante una ilustración que él puede asociar a como se lleva a cabo un juicio terrenal que se extiende ya de forma resumida hasta el Apocalipsis de lo que sucedería en nuestra época. El usar una ilustración terrenal, no necesariamente implica el proceso que se lleva en la esfera celestial. Cuando tomamos en consideración los adelantos tecnológicos en el campo de los ordenadores o computadoras, que agiliza los procesos de cálculos y de archivo a segúndos, no podemos pensar que el sistema de juicio divino pueda ser más arcaico que al nuestro y se esté llevando a cabo un juicio investigador, atacuñado por la iglesia, que ha tomado siglos para dilucidar el estatus en cuanto a salvación o perdición de los seres humanos.  Entiendo que cada acción, buena o mala que pueda ser crucial para estos efectos se computa y se constata cada momento y es efectiva inmediátamente con sus consecuencias en cada uno de nosotros. Por eso no podemos justificar que la demora en la venida de Jesús dependa de la culminación de un proceso que en las esferas celestiales, no necesita de ningún otro elemento que no sea el que opera en cada uno de nosotros y queda registrado cada instante en los archivos celestiales. 

Este asunto, no  ha sido considerado ni discutido por la Iglesia cristiana, que con todos sus errores, sigue insistiendo en ver la dinámica divina como un proceso arcaico, lento y difícil, creando especulaciones  y basándose en la parábola de bodas del rey, que hizo bodas a su hijo, de un juicio investigador que no ha terminado aún, y que no terminará nunca. Para Dios, la creación de la Tierra en siete días, fue un proceso que él pudo haber hecho en segundos si lo deseaba. La extensión y organización del tiempo en días y semanas, fue para el hombre, y su posición en la sociedad y en la familia con Dios. Él sabía lo que hacía desde un principio, creó lo que pudo haber hecho en segundos, en una secuencia de siete días. Por no realizar a Diós con toda su poder, muchos teólogos, aseveran que esos siete días fueron siglos, pero el poder de Dios, sobrepasa la comprensión humana y más. Si Dios pudo crear la Tierra y todo lo que en ella hay en siete días, ¿Cómo se va a demorar tantos años en juzgar a los malos de los buenos. No sabemos cuánto le tomó en crear el universo, pero lo que haya sido, da fe de un poder, una inteligencia, y una tecnología sorprendentemente adelantada como para que nuestra mente terrenal, por más científica que pueda demostrar ser, no pueda emitir un proceso de juicio simple como para separar los malos de los buenos en segundos.

Es inaudito el hecho que ubica a Dios en un plano humano con mecanismos lentos y arcaicos, tratando de separar  justos e injustos durante miles de años investigando caso por caso, acto por acto, de la conducta humana con métodos rústicos y lentos, cuando Dios puede tener en sus manos la tecnología más avanzada que el hombre ni siquiera sospecha de su existencia y complejidad. No es Juan Pérez, ni Pedro López ni Elsa Rodríguez quienes van a ser juzgados. De nuevo, la iglesia cristiana menosprecia y subestima el poder de Dios y lo reduce a un plano sub humano que lo degrada al máximo. La clave de cada nombre está escrita en la configuración del genoma humano y está posteada en las computadoras vivas de Dios en el cielo; y en cuestión de segundos, Dios sabe, quién se pierde, o quién se salva.

Una vez mas, la iglesia se equivoca si trata de explicar los juicios de Dios en la fase final de la historia con elementos humanos comunes que ya no se necesitan ni se usan. Puede ser permitido como una parábola, o un símbolo representativo, pero nunca como un acto final de Dios sobre la humanidad juzgada. Eso no puede caber en la dinámica divina que tiene recursos tan asombrosos que puedan auscultar la mente y el corazón de la gente, como ningún otro método terrenal lo puede hacer. En eso, nuevamente la iglesia cristiana se limita y limita la grandeza de Dios que ha de recrear la Tierra al máximo mayor que lo que la creó en un principio, pues ya el ser humano se ha ido relacionando con la tecnología cibernética y se le hará fácil manejar y conocer la tecnología de Dios que es superior. Tecnología que posee energía de vida propia y refleja el carácter perfecto del Creador. Esa tecnología se constituye en un instrumento nuevo en la nueva creación con la cual no se contaba que el hombre original pudiera manejar en el principio. Por esa razón, hoy no podemos regresar a un juicio investigador que dure eternamente, pues la información fluye de inmediato en la tecnología divina.

A la vista está claro, que ni él mismo ser humano se pudo manejar y mantenerse dentro de los parámetros que Dios le señaló. Pasaron casi seis mil años para que el hombre pudiera tener una computadora electrónica en sus manos. Veamos esta cita del Conflicto de los Siglos 381: “los justos y los impíos continuarán viviendo en la Tierra, en su estado mortal…” Se trata de una frase fuera del contexto real porque después que el pueblo de Dios haya sido rescatado y llevado al cielo, sólo quedarán los impíos al mando de Satanás, quienes reinarán en la Tierra por mil años. Cuando los mil años sean cumplidos, Satanás será desatado o literalmente liberado de sus limitaciones de acción y puesto a prueba ante la presencia de la nueva Jerusalén, con los redimidos en ella ante su vista. Durante el proceso de separación de los que se salvaron, que no es otra cosa que el sellamiento y marca de todos los habitantes de la Tierra con la señal que cada uno voluntariamente tomó, los salvados y los impios se separan en dos direcciones diferentes: El pueblo de Dios al rechazar la marca universal tendrá que ocultarse en los campos y montañas desoladas, desde donde serán rescatados o, como dice en Mateo 24:40; unos serán tomados y llevados con Cristo al cielo sin que el mundo se entere de su desaparición de esta Tierra. Estarán dos durmiendo en una cama, uno será tomado y el otro será dejado; dos en el campo trabajando, uno será tomado y el otro dejado. Es obvio que la venida de Cristo en gloria, no es la misma en la que el Señor rescata los suyos de todos los lugares de la Tierra en que se encuentran. Ese rescate se producirá a raíz del acto de señalamiento en el cual unos toman la señal de Dios en sus frentes y los otros la toman en la mano derecha o en el brazo. De ahí en adelante, el mundo sigue, tal como ha estado siempre; la gente en actividades humanas, sus negocios, la búsqueda de riquezas y placeres, trabajo secular y las obras de construccion seguirán su mismo ritmo como si nada hubiera pasado. Los santos de Dios sellados ascenderán con Cristo y estarán con el Señor hasta que mil años sean cumplidos. Después de esa fecha, volverán a esta Tierra con la Santa Ciudad que será la capital del reino. Allí se consumarán las bodas del Cordero y lo que eso significa para los suyos.

Esa marca que identificará a los fieles de los infieles ha sido motivo de grandes discusiones y controversias porque puede transformarse de acuerdo a las circunstancias de cada época en particular. En el caso de Noé, él y su familia fueron protegidos en el Arca; Lot y su familia tuvieron que salir de la ciudad amenazada de Sodoma; Jacob tuvo que salir de la comodidad de un hogar confortable y seguro para salvarse,  el pueblo de Israel tuvo que salir de Babilonia, de Egipto, y finalmente, de Jerusalém.

En el tiempo del fin, el pueblo de Dios tiene que salir de las ciudades para los campos y montes, donde habrá de esperar su rescate. Primeramente, tiene que salir de las iglesias que han apostatado ( Apoc. 18:4), y si esperan por su rescate en las montañas, es obvio que las grandes multitudes en las ciudades y zonas pobladas no se darán cuenta del evento que recoge la cosecha del Señor y pone a todos los que recibieron la marca de Apocalipsis 13 en su mano derecha, en la nave que los conducirá al cielo.

Esa contada multitud irá con su Señor al cielo sin que muchos se percaten de su rescate divino. Irán a vivir a la santa ciudad y estarán compartiendo con Jesús el conocimiento de todas las cosas que el Maestro les enseñará. Viajarán por el universo y conocerán los muchos mundos que no cayeron en las mentiras de Satanás y en sus engaños. En esos mil años, el nuevo orden mundial, o gobierno de Satanás oprimirá a los habitantes de la Tierra que por doce generaciones sufrirán la opresión de su gobierno, la esclavitud de sus desobediencia, y las enfermedades que minarán grandemente las energías de todos. Será un gobierno que todos repudiarán; económicamente un fracaso comercial, una carga hostil, una esclavitud servil. Algo que nadie deseará, y tan debilitado, que nadie querrá tener. 

Es en medio de ese caos gubernamental de Satanás y de su fracaso económico bajo el nuevo orden mundial, que bajará la Santa ciudad del cielo con todos los redimidos y será asentada sobre el monte de los olivos que se allanará para darle cabida a ese cuadrado perfecto de oro, de perlas, y joyas preciosas. Al Satanás, ver tanta belleza, y semejantes riquezas, tratará de atacar y sitiar la ciudad de Dios para adueñarse de ella y salvar así su economía fracasada. 

Primeramente, rodea y sitia la ciudad; luego, anuncia su intención de atacarla.  Los santos del Señor se sienten seguros en la ciudad cuando oyen la voz de Satanás exigiendo que se rindan y abran las puertas para él entrar. Como pasa el tiempo y no recibe respuesta, lanza la primera bomba sobre la ciudad. Pero ésta tiene un escudo atmosférico que no permite que nada la dañe ni a sus ocupantes. La bomba de fuego choca contra la atmósfera protectora de la ciudad y cae encendida entre las huestes satánicas que la lanzaron. El fuego se extiende por el campamento de Satanás, y en segundos, se propaga quemando todo lo que encuentra a su paso. El fuego hace detonar todas las armas y municiones que fueron acumuladas para el ataque, y en segundos, un fuego infernal se extiende destruyendo y convirtiendo a cenizas, todo lo que encuentra a su paso. Ese es el fin de Satanás y de todos los que le apoyaron.

Desde los muros de la ciudad, los redimidos presencian el fuego que se extiende por toda la Tierra y no deja ni raíz ni rama. 

Así termina el conflicto de los siglos que tanto dolor, enfermedades y muertes ha provocado en la humanidad de todas las edades y épocas.

Purificada finalmente la Tierra con el fuego que destruye todo y lo vuelve cenizas, el Señor la recreará como en un principio lo hizo para Adán y Eva. Esta vez, edificará moradas, y le entregará a todos los que se salvaron una casa y un terreno de acuerdo a lo que tuvieron o soñaron tener en esta Tierra. Todo perfecto, como lo hizo en un principio. Pero esta vez. nos sorprenderá con muchas cosas nuevas que el hombre ha creado y que Dios ha perfeccionado para nosotros disfrutar eternamente y para siempre. Nada de esa tecnología se dañará ni se afectará con el paso del tiempo. El Señor nos dará una residencia básica que será sencilla pero muy cómoda y espaciosa para cada familia. Pero a medida que las familias crezcan, nosotros las agrandaremos de acuerdo a las necesidades particulares. Una cosa les adelanto, y es para que vayamos acostumbrando la mente a todo lo nuevo; esas casas no tendrán ni cocina ni servicios sanitarios. En cada patio habrá árboles y plantas que nos darán el alimento que podamos consumir, que serán solo aquello que el cuerpo humano necesita consumir en perfección, que es muy poco, y no habrá desperdicio ni nada que ensucie la casa ni la campiña. Ni envolturas, ni cáscaras, todo será consumible como antes del pecado, nuestros orificios de eliminación serán cerrados y nada maloliente o contaminante eliminaremos de nuestro cuerpo, porque comeremos lo que el organismo necesita para su energía y nada eliminaremos porque todo será  convertido en salud y energía.

La apariencia de las moradas será una fascinante experiencia que descubriremos cuando lleguemos al frente de la nuestra. De inmediato la reconoceremos porque su apariencia identificará a los que en ella vivirán y se nos parecerá como algo conocido y familiar. Los solteros que lleguen a la Tierra nueva podrán escoger compañera o compañero y el Señor será el oficiante. Cada boda que allí se celebre será una gran celebración para todos. Está claro en las Escrituras, que nacerán niños en la Tierra nueva y aunque en la resurrección no habrá oportunidad, en la tierra nueva tendremos bodas a menudo. La primera y mas suntuosa de todas será la de Jesús con una mujer de la tierra. Esa es la unión que unirá la familia de la tierra con la familia del cielo para siempre. Esa boda la celebrará el Padre y la verán en todos los confines del universo que han esperado pacientemente la redención del planeta tierra. La novia o esposa, junto a la madre divina dicen ¡VEN! Y el que oye, puede invitar a otros, y TODOS, tendremos la oportunidad de asistir a la ceremonia donde la mujer, en representación oficial de la iglesia, reivindicará, a todas las mujeres del mundo que fueron menospreciadas y maltratadas por ser mujer. Jesús escogió a la mujer que mejor representa a la iglesia cristiana para que sea su compañera eterna: Aquella que salvó de ser apedreada y que se convirtió en la mas fiel discípula; aquella que ungió sus pies con el perfume mas caro, y los secó con sus cabellos, Veamos esta cita del libro Deseado de todas las Gentes: Pags. 520-522.

Cuando a la vista humana su caso parecía desesperado, Cristo vió en María aptitudes para lo bueno. Vió los rasgos mejores de su carácter. El plan de la redención ha investido a la humanidad con grandes posibilidades, y en María, estas posibilidades debían realizarse. Por su gracia, ella llegó a ser participante de la naturaleza divina. Aquella, que había caído y cuya mente había sido habitación de demonios, fue puesta en estrecho compañerismo y ministerio con el Salvador.  Fue María la que sentaba a sus pies y aprendía de Él, fue María la que derranó sobre su cabeza el precioso ungüento, y bañó sus pies con sus lágrimas. María estuvo junto a la cruz y le siguió hasta el sepulcro. María fue la primera en llegar a su tumba despues de su resurrección. Fue María la primera que proclamó al Salvador resucitado” (DTG, pags. 520-522). La única forma que tiene la iglesia cristiana de participar, como María, de la naturaleza divina, y de ser perdonada y elevada a los mas altos honores de salvación, es de entrar, como María, “en estrecho compañerismo con el salvador.”  La iglesia que se ha prostituido, tiene una puerta abierta (Apoc. 3:8), y una oportunidad de entrar gloriosa a las bodas de Cristo y de desposarse con Él. Al fin y al cabo, la mujer y la iglesia se representan mutuamente en la profecía y ambas pueden al final de la historia, encontrarse como el símbolo con la realidad. 

 Es así como estaremos aprendiendo todos los secretos de las ciencias verdaderas. Visitaremos otros mundos y conoceremos otras culturas que nunca cayeron en la trampa de Satanás y se mantuvieron en vigilancia y en santidad. Los salvados estaremos disfrutando de todas esas bendiciones. Dios los igualará a nosotros y les dará las mismas capacidades para reproducirse. Y seremos todos semejantes al Señor en apariencia, y compatibles por el genoma. En la Tierra nueva, tendremos la oportunidad de procrear y poblar el universo de Dios de seres perfectos, a imagen y semejanza suya. Los niños nacerán sin dolor para sus madres como en el principio, Dios lo hizo así. La familia vivirá y crecerá unida en el amor con el Creador y planificada de todo defecto. Lo que disfrutaremos, no puede explicarse en palabras humanas, de lo grande y nuevo que va a ser. Solo podemos mencionar lo que está revelado en la palabra y que fue parte de la creación original que echó a perder Eva cuando fue tentada y cayó. Eso no volverá a ocurrir. Y la abuela Eva, junto con el abuelo Adán, nos contarán la historia real con sus vivencias de lo que fue el cambio antes y después del pecado.

Por esa razón, la palabra dice que, “cosas que ojo no vió, ni oído oyó, ni tan siquiera pueden subir a la mente humana más imaginativa”; son las que Dios tiene preparadas para sorprendernos y en verdad nos sorprenderá con la de cosas nuevas que ojo, no ha visto ni podemos imaginar siquiera.

Este es un tema fascinante que nuestra imaginación corta y acostumbrada a este mundo en perdición, no puede alcanzar a ver en su magnitud y variedad de elementos nuevos, que encontraremos en la Tierra nueva y que, aunque lo imaginemos, con nuestras mentes finitas y acostumbradas al mundo actual, no será igual porque será sorprendente para todos los que tengamos el privilegio de salvarnos y ver lo que Dios ha preparado para sus hijos con todo su amor.

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EVENTOS PROFETIZADOS

Los eventos que son mencionados en el Apocalipsis descartando las profecías de Daniel que terminaron en 1844,  no nos sirven de guía en esta etapa ni para justificar un juicio investigador eterno, los eventos que ocurrirán antes de la venida del Señor para juicio y castigo a los impíos es un asunto que debe preocupar al mundo actual y a los cristianos que  creen que con solo creer y visitar la iglesia o ser miembro de una congregación se han de salvar. Deben tener en cuenta las palabras de Jesús en Mateo 24, donde el Señor no reconoce a muchos de esos supuestos cristianos, ni a sus pastores o ministros, y los manda a echar en el fuego eterno junto a Satanás.

Es bueno aclarar que el fuego eterno es considerado eterno porque extermina todo lo que existe en la Tierra y no deja ni raíz, ni rama, ni nada que pueda reverdecer o recordar este mundo de pecado y de maldad. No quiere decir que arderá eternamente sin consumirse. Las cenizas de todo lo que hay sobre la Tierra y que ha sido hecho por la mano del hombre, o ha sido alterado en su origen, por Satanás, servirán de abono a las nuevas cosechas de plantas genuinas creadas por Dios, que crecerán de todo lo que el Creador, en el principio hizo perfecto, junto a todo lo  nuevo que ha creado para sorprendernos con cosas que, ojo no ha visto, ni han subido a la mente humana, ni existen en otros mundos habitados.

No vamos a entrar en las profecías de calamidades, plagas y enfermedades, que recrudecerán al paso del tiempo en la Tierra debido a que el pueblo de Dios será librado milagrosamente de ellas cuando rechacen la imposición de la marca y sean recogidos por Dios desde lugares remotos en campos y montañas. Muchos que no salieron a tiempo o no habían provisto lugares para esconderse, serán puestos a dormir, algunos serán asesinados, y otros morirán de las plagas de enfermedadeds mortales que se mencionan en Apocalipsis. Estos no participan de las actividades religiosas de la mayoría de las iglesias y para ese tiempo ya deben haber salido de esas congregaciones para evitar estar en lugares donde el Señor no los pueda recoger, liberar y rescatar a tiempo antes de que los juicios divinos finales los afecten. Tenemos el ejemplo más claro y preciso en el pueblo de Israel cuando fue sacado de Egipto, a pesar de que la mayoría se había olvidado del Dios verdadero y de las leyes divinas que se encontraban en la tradición familiar de las doce tribus. 

Dios les escribió los Mandamientos con su propia mano, y se los entregó a Moisés en el árido desierto que conecta Egipto con Palestina. Les abrió el paso a través del Mar Rojo. Les protegió del fuerte calor del día, con una nube. Sombrilla que los acompañaba durante el día y en la noche emitía una luz tenue y los calentaba del frío nocturno del desierto y de la oscuridad.

Dios les proveyó agua y alimento, sencillo y fácil de preparar y no carecieron de nada durante los 40 años que deambularon por el infructuoso desierto. La ropa no se desgastó, las zapatillas, no se rompieron. No necesitaron dinero ni ninguna cosa material. Todo lo que cargaron de Egipto lo dejaron en el camino y nada les hizo falta en medio de un desierto ardiente y solitario.

La historia del pueblo de Israel, se debe repasar a la luz de la historia de Lot y su familia, que tuvieron que salir de Sodoma de la misma manera. La promesa de Dios que se hizo muy temprano en el Éxodo 15:26, se extiende al pueblo de Dios en todas las épocas y se proyecta a todos los que han de salvarse de la ecatombe final, en medio de un mundo que se ha olvidado de los mandamientos de Dios, aunque se llaman cristianos, judíos, budistas, cristianos romanos, etcétera. Los eventos finales nos indican que: 

1.Las plagas de enfermedades incurables para la ciencia moderna seguirán aumentando y afectando a todos los que se han de perder.

2. Se establecerá una marca o identificación(ID) visible o invisible, que identificará al mundo que está envuelto en el proceso secular y en las actividades comerciales y mundanales que incluyen todas las iglesias, corporaciones y grupos que responden a esa marca impuesta.

3. Para ese tiempo, los hijos de Dios que desean salvarse tienen que salir de en medio de esas congregaciones, de las actividades comerciales y seculares, y deben ubicarse en lugares aislados: campos, montes o desiertos donde el señor pueda proveerles alimentos, seguridad y resguardo de las plagas y cataclismos, que estarán ocurriendo por todo el mundo y que no deberán afectar a su pueblo, si éste se halla en el lugar correcto, con la alimentación correcta y en ayuno y oración constante.

4.La desaparición de los que han de salvarse de  las comunidades donde vivieron, trabajaron y advirtieron del peligro inminente de las plagas. No serán extrañados, pues parecerá que se mudaron al campo y eso lo justificará de su ausencia en la sociedad y en el ámbito familiar donde se movían. Los impíos se acordarán de los consejos que recibieron para curar sus enfermedades, pero no encontrarán los remedios, ni podrán accesar una alimentación que los mejore o los cure de sus males y sufrimientos.

5. En medio de esas catástrofes,  pandemias, epidemias y enfermedades, el pueblo de Dios debe estar fuera del alcance de las medidas impuestas por los gobiernos políticos y civiles  que impotentes ante los males, impondrán a los pueblos, medidas totalitarias con la esperanza de evitar que todos sucumban a las enfermedades, aunque no podrán evitar que miles y millones mueran. Pese a las medidas de prevención no podrán evitar el desastre.

6. En medio de esa crisis, cuando la situación lo amerite, Dios recogerá a su pueblo de esos lugares aislados: desiertos, montes y campos donde se hallen. En el libro de Mateo y Lucas, se define cómo será esta operación de rescate que pondrá al pueblo de Dios en resguardo, seguro, como ocurrió en el cruce del Mar Rojo. Dios levantará a su pueblo que le espera y lo trasladará a la Santa Ciudad, donde el Señor ha preparado apartamentos lujosos para todos y allí vivirán por mil (1,000) años hasta que la Tierra sea purificada y hecha nueva.

7. En esos 1,000 años, los gobiernos de la Tierra, el nuevo orden mundial tratará de desarrollarse al mando de hombres dirigidos por Satanás. Se estará tratando de lograr el éxito comercial e industrial. Satanás, habiendo fracasado muchos gobernantes tomará el control del gobierno mundial y tratará de ser exitoso. No obstante, las enfermedades y la esclavitud a la que estará sometida la humanidad no permitirán que haya alegría o conformidad y paz. En la expectativa de la gente que no estarán felices ni producirán suficiente para sostener los servicios esenciales que la gente necesita para sobrevivir, Satanás verá en carne propia el fracaso de todo lo que hizo con la naturaleza, con los alimentos, con las fuentes de agua naturales y con los elementos de la Tierra. No le podrá dar marcha atrás a su obra de hibridación y manipulación genética de las plantas, que no serán suficiente para abastecer las necesidades mundiales de alimentación. 

Llegará el momento en que se coman hasta los animales domésticos que quedan y cuando se acaben se comerán a los niños que nazcan para sobrevivir. Serán dos generaciones que sufrirán las calamidades por la obra de Satanás en las ciencias, en la agricultura, en la salud precaria de la gente, que estarán alimentados artificialmente.  En medio de ese caos cuando la gente ya esté desesperada y el gobierno haya fracasado, aparecerá en los cielos la señal de la venida del Señor (Apocalipsis 21), que vendrá,  con su Santa Ciudad y todos los salvos de todas las épocas a establecerse en esta Tierra abandonada, sucia y en total deterioro. La santa ciudad será instalada en el monte de los olivos, que se convertirá en un inmenso valle y recibirá la Ciudad Divina.

8. En medio de deteriorada aparición de los edificios y construcciones terrenales. Mal mantenidos y peor servidos. La Santa Ciudad de Dios, con los redimidos resplandecerá con luz propia y atraerá la mirada de todos los habitantes del mundo que viajarán de un lado a otro a verla desde afuera.

9. Satanás verá la oportunidad de tomarla por asalto y establecer su Gobierno en ella.  Eso le ganará el respeto y le ayudará a estabilizar la economía con el oro y las joyas que la ciudad contiene.

10. Reúne a los ejércitos de la Tierra, rodea y sitia la ciudad con todos los armamentos bélicos disponibles. Anuncia que si no se rinden y abren las puertas para Él entrar,  iniciará un ataque nuclear con las bombas que tiene su ejército (Apocalipsis 19:19). Al no recibir respuesta de la ciudad para darles entrada lanza la primera bomba sobre ella y con gran asombro. Él y sus secuaces ven que la Santa Ciudad tiene una atmósfera protectora impenetrable. Un escudo atmosférico, como lo tienen muchos planetas habitados. La bomba lanzada rebota contra la atmósfera protectora de la ciudad y cae en medio del campo de Satanás y sus ejércitos. Esto inicia el fuego eterno que consume la Tierra, sus edificaciones y sus habitantes. Así como a la naturaleza adulterada por el maligno que se quema con ellos y no queda ni raíz ni rama.

Ese es el orden apocalíptico en que ocurrirán los eventos finales y el final de los impíos con Satanás. Durante esos 1,000 años que Satanás estará al mando de los gobiernos y de la economía, de la salud y de la mente de la gente, se podrá demostrar que sus ideas fueron un fracaso, como es la teoría de un nuevo orden mundial esclavizante y tirano. No tiene posibilidad de resistir ante el gobierno amoroso y familiar de Jesús. Sus propios favorecidos, lo aborrecerán y lo rechazarán y solo le servirán por miedo o temor a su venganza. Por un momento,  el tiempo que tarde Satanás en atacar la santa ciudad, se podrá ver el contraste entre el Reino del amor y el reino del terror.

Si estamos aún en la Tierra, viendo el desastre social de los gobiernos es porque aún el Señor no ha comenzado a recoger la cosecha de almas que se preparan para el Reino de Dios. El capítulo 10 de Apocalipsis contiene el mensaje que fue sellado y no se escribió en ese momento porque era para el tiempo en que el misterio de Dios fuese revelado y se diera esta información en detalle para su consumación. En Mateo 13, Jesús le dio la clave a sus discípulos, en las 7 parábolas con 7 palabras clave que nos permiten entrar y entender los símbolos de Apocalipsis y ver la razón por las cuales este mensaje no se había dado a conocer antes. El librito permanecía cerrado hasta que el León de la tribu de Judá, Jesus, lo abrió. Para nosotros es un mensaje dulce para los que están en preparación, pero amargo en el vientre por su cortante significado en el tiempo para los que no han hecho la preparación adecuada. Cada mensaje es un trueno. Contra la actitud despreocupada y poco responsable de las iglesias que todavía no habían sido organizadas, y ya el Maestro las estaba reprendiendo.

Estamos abriendo el libro escrito por dentro y por fuera con los 2 mensajes en clave: el que todos han leído en la Biblia de Génesis hasta Apocalipsis y el mensaje oculto en símbolos y parábolas para los entendidos del tiempo final (Mateo 13:11). El mensaje de los 7 truenos es contundente y sonoro en gran manera y contiene los rayos de luz que nos permiten ver el camino en medio de la corriente de la tormenta:

“Aquí está la paciencia de los santos, aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apocalipsis 14:12).

¿Cómo pueden las iglesias cristiana todas ignorar este texto con ese mensaje que asegura quienes están ahí? La Tierra ha sido cegada y los salvos estarán con Jesús en el Reino, mientras el mundo sigue su curso. Como siempre se ha esperado, el pueblo de Dios será recogido y llevado con el Señor a su Reino.  La gente seguirá negociando en sus empresas comerciales, en industrias, en hospitales, en escuelas, en universidades y nadie se dará cuenta de que el pueblo de Dios se ha marchado, ha sido recogido en el alfolí divino y resguardado en la ciudad de Dios. 

Los ministros, sacerdotes, y pastores, seguirán predicando sus sermones vacíos a congregaciones  vacías: Haciendo cuentos, historias y chistes, entreteniendo a las congregaciones, sin saber que les fue pasado juicio y fueron hallados faltos. “Pesado has sido en balanza y has sido hallado falto” (Daniel 5:27, Mateo 25:34-41).

El orden de los acontecimientos apocalípticos ha sido reparado del daño que los traductores de la Biblia le han ocasionado, y al Jesús desatar los 7 sellos que los 7 truenos anunciaron, se puede entender claramente el mensaje especial oculto para los entendidos. Así podemos poner en orden muchos de los capítulos de Apocalipsis que están fuera de lugar. Pero por lógica, los entendidos entenderán. Y lo que para muchos son truenos y relámpagos, para otros son rayos de iluminación y palabra de Dios que guía a su pueblo escogido (Mateo 24:34, 40:46).

Después que el León de la tribu de Judá, Jesucristo, abrió el libro y desató sus sellos le dió a conocer a sus discípulos la información clave para entender el Apocalipsis. Desde ese momento, éste dejó de ser un libro sellado. Siguiendo el patrón establecido por Jesús en las 7 parábolas de Mateo 13, no solo el Apocalipsis, queda descubierto y claro, sino todos los libros proféticos de la Biblia, las parábolas, los símbolos, y las ilustraciones proféticas, quedan claras, a la luz de la nueva cosmovisión profética que se abre ante los ojos de los que entienden que el mensaje tradicional que se ha predicado en las iglesias cristianas, es el mensaje literal histórico que se puede leer en un libro antiguo. Sin embargo, la Biblia contiene otro mensaje oculto en símbolos, en parábolas y en imágenes proféticas que trasciende sobre los mensajes escritos literales y contiene ese mensaje especial de parte de Dios para sus hijos, los entendidos. Los entendidos son aquellos que escudriñan con oración y ayuno las imágenes y descubren el mensaje escondido (Mateo 13:11-16, Mateo 11:25, Daniel 12:10).

El profeta Daniel lo vio anticipadamente y aunque no lo pudo entender de inmediato porque la ciencia de su tiempo estaba atrasada en relación con el mensaje que estaba produciendo, esta ciencia sería multiplicada a un nivel que él no podía comprender en ese momento (Daniel 12:4). Pero la clave para entenderlo se encuentra en Daniel 12:10. No  obstante, Daniel explica lo que quiere decir con la frase inspirada que al fin de ese tiempo, muchos serán limpios y emblanquecidos y purificados; y entenderán los entendidos.

Este acertijo profético no es otra cosa que la demostración clara del mensaje que se oculta para los que sean limpios y estén emblanquecidos con la alimentación sana a base de frutas, vegetales y plantas naturales que no hayan sido intervenidas genéticamente. En Daniel se cumplió la revelación que recibe el que se limpia, se purifica y ayuna, para poder comprender las grandes verdades que se ocultan y que están disponibles para los limpios que la entenderán en proporción a la limpieza que hayan hecho de su organismo. Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la comida del rey, ni con el vino de su mesa (Daniel 1:8). Una cosa es consecuencia de la otra, nadie con un organismo contaminado con productos derivados de animales y plantas injertadas, híbridas o manipuladas genéticamente podrá comprender las profundidades del verdadero evangelio oculto en símbolos y parábolas. Daniel propuso en su corazón no contaminarse.

Cuando Daniel habló de la multiplicación de la ciencia en ese tiempo predicho, no tenía ni la más mínima idea de lo que sus palabras significarían al paso del tiempo. Hoy, la ciencia ha avanzado tanto, que la inteligencia humana se ha visto en precario ante la inteligencia artificial de los sistemas que se han creado bajo el diseño de agentes de inteligencia satánica que se preparan para controlar a la humanidad, a fin de que ésta pueda ser manipulada por los gobiernos. Por esa razón, las escuelas les enseñan a los niños todo sobre nada, y la cibernética les enseña todo lo que no deben saber. La inteligencia artificial los prepara para ser esclavos del sistema que los gobiernos deciden implantar para su supuesto beneficio. La inteligencia artificial dominará sobre la voluntad humana a todos los que recibieron la vacuna experimental y consumieron alimentos genéticamente modificados, así como animales y productos derivados de animales. La vacuna experimental ha sido creada para alterar el genoma y preparar el cerebro para obedecer señales de ondas específica emitidas a distancia. La inteligencia artificial crea estadísticas creíbles bajo condiciones casi reales creadas para producir resultados falsos, que luego son utilizados para llevar información falsa con el fin de confundir a un público específico o a  toda la población mundial. Esta aparente nueva tecnología ha sido usada por los medios de comunicación desde hace algún tiempo a conveniencia de ciertos sectores de la industria, para convencer a la gente a utilizar ciertos productos, sustancias, artefactos e ingredientes que se incluyen en esos anuncios publicitarios. Esa tecnología, también se usa en las universidades y en las escuelas tecnológicas que dependen de la alta tecnología.

La inteligencia artificial crea una dependencia cada vez mayor, cuando se utiliza constantemente, como se utiliza un teléfono celular. En muchas instancias en las que antes había que utilizar cálculos matemáticos, manuales, direcciones escritas, mapas, catálogos, libros, u otras fuentes de información, ahora se acceden directamente desde un dispositivo que se lleva en un bolsillo. La inteligencia artificial ha hecho desaparecer los teléfonos públicos, las bibliotecas, los catálogos de referencia, los libros impresos, las reuniones presenciales, los mapas impresos, las máquinas de juegos, las cámaras fotográficas y muchos otros productos, artefactos y equipos. Pronto desaparecerá inclusive la costumbre de ir de compras y será sustituida, como han sido sustituidas las biblias, los periódicos impresos, las reuniones familiares y de negocios, y muchas otras prácticas que irán desapareciendo. Todo esto gracias a la inteligencia artificial. 

Muchos de los cambios que observamos en la conducta humana son el resultado directo de la inteligencia artificial que se va adueñando de nuestras costumbres y prácticas tradicionales. Va cambiando el rumbo de las vidas de todos los habitantes del planeta que sucumben a su uso y práctica. Pero eso no es todo, muy pronto estaremos recibiendo órdenes e instrucciones a manera de sugerencias que nos irán cambiando el estilo de vida, la forma de actuar y pensar, de tomar decisiones y de trabajar. Pronto, muchos de los obreros de la industria serán substituidos por robots. Los que todavía trabajen, trabajarán desde sus casas, y la tecnología supervisará la calidad su trabajo. Si alguna persona de las que ejecuta alguna de las tareas que no puede hacer el robot, llegase a estar incapacitado para realizarla, lo sacan de circulación y lo eliminan con una inyección letal al igual que a los criminales. Para esos no habrá cárceles. Los Gobiernos no mantendrán gente en cárceles, ni en hospitales, ni en cuidados de ancianos. Ni cuidará enfermos crónicos. Todo el que no produzca para el gobierno recibirá la inyección letal, será cremado y nadie lo recordará. Los ricos magnates serán cuidados por el gobierno hasta que se le acaben sus ahorros o la persona muera. Si el dinero que tenía el incapacitado se acaba primero, lo eliminan de inmediato. El gobierno no gastará un centavo en mantener a la gente, que a su vez, mantendrá al gobierno. A eso, los políticos de la tierra le llaman el gobierno perfecto e ideal. En ese tipo de gobierno, tanto tienes, tanto vales y cuando se te acaba, te mueres.

Para este tiempo, la mayoría de la gente que recibió la señal, y tienen la proteína receptora en su organismo, perdieron la capacidad de protestar y rechazar los otros componentes que irán sometiendo su voluntad a las señales y voluntad del sistema. La mayoría de los cristianos tomaron la inyección experimental que se usó para iniciar el sometimiento de las masas a la voluntad de sus dirigentes. Ya están siendo programados para obedecer y someterse al sistema.

La señal de Apocalipsis 13:14-17, se cumple inexorablemente, sobre todos los que aceptaron las diferentes dosis de la inyección. Temerosos de ser afectados por el virus que supuestamente estaba propagándose y matando gente, cayeron en la trampa satánica del gobierno que los fue llevando a la servidumbre. El enemigo común de los que se decían discípulos del Maestro, cambió la marca, transformó la señal, y logró que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y ciervos, se pusieran la marca en su mano derecha que eventualmente se convirtió en un asunto de conciencia que llevan en el lóbulo frontal (en la frente), todos los que recibieron la marca en la mano. Esa expresión de la mano derecha, por otro lado, implica un asunto de salud claramente definido en la Biblia, establecido en la comisión evangélica, va de la mano con la prédica del evangelio y es parte de la distinción de los verdaderos discípulos de Jesús. Él mismo le dio la potestad de poner la mano sobre los enfermos para sanarlos. Es en esa mano, que se recibe la señal para evitar que se use en la forma recomendada por el Maestro Jesucristo a sus discípulos de todas las edades, “Sobre los enfermos, pondrán sus manos y sanarán”. Esa es la misma mano que hace siglos, la iglesia cristiana le cedió a los médicos y a los hospitales para que hicieran el trabajo que Jesús le encomendó a la iglesia cristiana. La conciencia ha sido menoscabada por la ciencia y la señal indicada por el profeta ha sido modificada para engañar a los que esperaban una persecución como en los tiempos de la iglesia primitiva. Esta vez, la tecnología de la inteligencia artificial satánica se impuso una vez más sobre la humanidad, que fue sorprendida y accedió a recibir la marca de manos del sistema médico que la impuso.

Este sistema moderno que tomó el lugar que Jesucristo le asignó a la iglesia y a los discípulos, fue sugerido y promovido por la misma iglesia cristiana cuando se dio cuenta que perdió el don de sanidad que el Señor le había concedido. Esa pérdida ocurre como consecuencia de haber rechazado y alterado la ley de los Diez Mandamientos. Al poner levadura en la masa del Evangelio, perdió todos los dones del Espíritu junto al don de la sanidad, que era el más importante regalo que Dios le concedió a sus discípulos. Esa era la señal divina que determinaba quién era, o no, un verdadero discípulo. Al  asociarse con los médicos y a los hospitales, invalidan la Comisión Evangélica dada en Marcos 16:17-18, porque los médicos, en ninguna parte de la historia, han podido curar las enfermedades que sufre la gente. Sólo enmascaran los síntomas con drogas tóxicas que no tienen la capacidad de curar ninguna enfermedad. 

Al tomar la señal, la iglesia queda incapacitada para llevar el mensaje que tenía que llevar. Si se ha demorado la venida del esposo a las bodas es porque no hay una novia preparada esperando en el altar. No hay una iglesia realizando el trabajo que encomendó el Maestro para que se lleve a cabo la venida del esposo a las bodas. Todas se durmieron, perdieron la noción de su misión principal: “Sobre los enfermos, pondrán sus manos y sanarán”. La verdadera y más importante misión de la iglesia que representa a Cristo en la Tierra es esa: “Y estas señales seguirán a los que creyeren en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, quitarán serpientes y si bebieren cosa mortífera, no les dañará, sobre los enfermos, pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:15-18).

La gran Comisión Evangélica, fue adulterada y falsificada cuando las siete iglesias apostataron y se aliaron con los médicos y con los hospitales. Las siete se asociaron con la falsa medicina que hace milagros mentirosos y no es capaz de curar ninguna de las enfermedades crónicas conocidas que afectan a la humanidad. Tratan y tratan a los enfermos con toda clase de fármacos (hechicerías) que nada curan, pero le hacen creer a la gente que se curan si las toman de por vida. Con esa esperanza, muchos toman drogas de por vida y se enajenan de la realidad. Pierden la noción de lo espiritual y se concentran en espejismos que ellos mismos crean en su mente, inducidos por la misma droga.

La iglesia de Dios de los días finales, tiene que distinguirse porque hablará nuevas lenguas del mismo evangelio que se ha predicado por siglos. Quitarán serpientes que le estarán diciendo a la gente: Toma la medicina que no morirás, instala el marcapasos que no morirás, haz el transplante para que no mueras, etc.  Como fue en el principio, todo va a ser a fin con lo que tu iglesia enseña. De una forma u otra, la inmortalidad del alma es una teoría falsa que por solo creer en el Señor, no morirás eternamente. Se predica en todas las iglesias que se dicen cristianas. Como lo predijo Isaías 4:1, las 7 mujeres que se apoderaron del nombre de Cristo, han adulterado el evangelio puro y se han aliado al enemigo para engañar a la humanidad con una medicina falsa que no cura las enfermedades que sufre la gente. Las 7 iglesias son reprendidas fuertemente por el Señor en el Apocalipsis, por haberse asociado con falsos apóstoles y haberse convertido en sinagogas de Satanás, por ser falsos judíos, por tener en su medio la silla y morada de Satanás, porque tienen a los que retienen las doctrinas de Balaam, que enseñaba a Balac a comer comida sacrificada a los ídolos, el ídolo del apetito y que permite que Jezabel le enseñe a los hijos de la iglesia a comer de esa manera y no se arrepiente. Por eso muchos se enferman y son echados en cama, y sus hijos mueren sin remedio de las mismas enfermedades. La iglesia del Señor de Sardis está muerta, aunque allí quedan muy pocos que no se han contaminado y aún están escritos en el libro de la vida. La mayoría se apartó y fue rechazada. Los demás son mentirosos y engañan a la gente con falsas doctrinas. La última iglesia es tibia y será vomitada. Está desnuda y ciega, no ve su pobreza, la vergüenza de su desnudez. Ni puede ver, el camino que la puede llevar a la puerta y encontrarse con el Señor.

El mensaje de Apocalipsis es para las 7 iglesias que fallaron en llevar el mensaje puro y mantenerse en el camino que Jesús le enseñó a los discípulos. Por tal razón, Satanás (el dragón) les envía tres espíritus inmundos a manera de ranas; que son las tres doctrinas de error que Jesús adelantó en Mateo 13:33. Para el tiempo del fin estas doctrinas serán las bases sobre las cuales los reyes o gobernantes de la Tierra establecerán un conjunto de prácticas o doctrinas de la religión universal que en un principio, el nuevo orden mundial aceptará en lo que logra apartar el mundo religioso de las verdades básicas del Evangelio (Apoc.16:13). Estas tres doctrinas o espíritus inmundos son: la doctrina de la inmortalidad del alma, la salvación universal por fe y la abolición de los Mandamientos de la ley de Dios; ya veremos cómo se van cumpliendo estas predicciones.  Las iglesias han participado en su adulteración y abolición, para hacer desaparecer el verdadero día de descanso, promover el aborto, la eutanasia y la pena de muerte para todo el que no concuerde con los dictados de los gobiernos. ¿Cómo podemos creer que las iglesias que se dicen cristianas cooperen con los gobiernos para congregarlos para la batalla contra el Dios todopoderoso? (Apoc. 16:3). 

A raíz de la declaración de la reciente pandemia, los gobiernos de la Tierra declararon una emergencia mundial y obligaron a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se les pusiese una marca en su mano derecha o en su frente. La iglesia cristiana se unió a esa imposición y no ofreció resistencia alguna ni se dio cuenta de lo que eso implicaba. Dirigentes religiosos, pastores, ministros, y sacerdotes, de todas las denominaciones se unieron a los gobiernos dictatoriales y cooperaron, aceptaron y promovieron que a todos se les pusiera la marca que interviene con el genoma divino y prepara a la gente para someterse a todo lo que viene, sin protestar ni resistirse.

Como señalamos antes, nunca en la historia del mundo había ocurrido algo semejante de carácter universal como esta situación que sorprendió al mundo y a las 7 denominaciones mundiales. “Y los congregó junto a los gobiernos de la tierra para la batalla del gran día del Dios todopoderoso”. Todos los que recibieron la marca recibieron de una a cinco dosis de un elemento químico que altera el genoma humano y poco a poco lo va transformando en un receptor de ondas electromagnéticas que recibirá las órdenes de los gobiernos y quitará poco a poco todo vestigio de la obediencia a Dios y a sus leyes.

El ensayo que predijo el profeta en Apocalipsis 13, fue altamente exitoso para lograr que una inmensa población de los habitantes del mundo quedarán hechizados con el fármaco. De esta plaga mueren muchos y seguirán muriendo a su tiempo, hasta una tercera parte de los habitantes del mundo. Todos los que recibieron la señal y vendieron su conciencia a los gobiernos y a las iglesias que la promovieron.

De esa plaga muere un tercio de los habitantes de la Tierra. Según el verso 15 de Apocalipsis 16, se repite la frase que “el Señor viene como ladrón”. Cuando Jesús usa el término como ladrón, debe ser entendido el término como Él mismo lo explica en el verso 43 de Mateo 24 y en el verso 39 de Lucas 12, donde compara su venida tan importante como la de un ladrón que se produce cuando menos se  espera. En ese mismo capítulo se refiere al tiempo de Noé, “Y cuando el diluvio vino y llegó a todos”. Lo ilustra con la experiencia de dos mujeres moliendo en un molino,  “una será tomada y la otra dejada”. Dos personas trabajando en el campo, «una será tomada y la otra dejada”. Está muy claro que ese acontecimiento es diferente a su venida en gloria, cuando todo ojo le verá y hasta los que le traspasaron resucitarán para ver Su venida, para dar a cada uno según sus obras (Mateo 25:31-40). Por lo tanto, la venida del Señor a recoger los justos que se han preparado, y lo esperan para salvación, es secreta e invisible, y la venida del Señor en gloria, cuando todo ojo le verá, es otro evento separado. Son dos eventos diferentes que la iglesia ha mezclado. Han confundido a la feligresía, que espera una venida gloriosa que todo ojo verá para rescatar a su pueblo, cuando no es eso lo que enseña la Biblia.

La venida del Señor a recoger a su pueblo es un acto previo, privado e invisible para el mundo: Dos personas, en un mismo hogar, una será tomada y la otra dejada. Esa es una explicación clara y contundente del propio maestro a sus discípulos. Pueden haber dos personas durmiendo en una cama, uno es tomado y el otro puede ser dejado. Hay casos en que el Señor pone a dormir a una persona que le llegó su día. Si la persona está preparada y vive en un ambiente familiar en el que todos los demás han de perderse, el Señor muy bien puede permitir que muera esa persona para justificar su proceso de selección ante los demás que han de quedar para perdición eterna. En ese caso. ¿Se puede decir qué uno fue tomado y los otros dejados? Como siempre se ve, se ha dicho y todos reconocen la salvación es individual, y en cada siglo y cada generación se salvan unos y se pierden otros. Por lo tanto, el proceso de selección que hace el Señor para rescatar a los que han de salvarse, es uno de carácter individual y en cada caso Él usa su criterio y crea las circunstancias propias de cada caso que ha de salvar (Apocalipsis 20:12). No importa el tipo de muerte. Por la que la persona pase, si se ahogó en el mar y los peces comieron su cuerpo, si se quemó en un incendio y no quedaron restos, solo cenizas, si los familiares decidieron cremarlo o enterrarlo, o fue levantado vivo, su nombre fue escrito en el libro de la vida.  

En el capítulo 21 de Apocalipsis se presenta la visión: “Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva… también vi la ciudad santa, la nueva Jerusalem que bajaba del cielo…» (verso 2). Esta venida en que todo ojo le verá es al fin de los 1,000 años, y es en ese viaje que descienden con el Señor los redimidos de todas las edades y etapas históricas de la Tierra. Todos los salvados que fueron rescatados, descienden en la Santa Ciudad que se asienta en la Tierra, y se constituye en la capital del nuevo Reino Eterno.

El Juicio Final

El juicio final, que determina quien se salva y quien se pierde es un acto de justicia que cada criatura enfrentará durante su vida y que lo determina la propia persona, con su comportamiento ante las leyes divinas y su actitud ante el prójimo y ante el Creador. El código de comportamiento humano está al alcance de todos, y si lo violamos en alguno de sus preceptos, mandamientos o estatutos, tenemos acceso al único Abogado que puede interceder en nuestro caso si queremos vivir en armonía con la Ley Divina. Tenemos la libertad de decidir si vivimos en armonía con esa ley, o si vivimos sin ley, por la libre. Cada ser humano tiene la capacidad de decidir si obedece o no. De no tener dicha capacidad, el Señor decide. ¿Cómo será juzgado y sentenciado? ¿Será de acuerdo a su capacidad de entender? En la Biblia, no dice cómo el Señor juzgará a los minusválidos, pero Él sabe cómo tratar justamente cada caso. Su justicia es perfecta para siempre. Con amor, comprensión, misericordia y compasión se lleva el juicio de cada criatura tomando en consideración los actos y pensamientos que cada cual va creando día a día sobre su persona, y es anotado en el registro celestial y sumado o restado de su cuenta de acuerdo a cada decisión.

Recordemos que tenemos en nuestra sangre la combinación de dos genéticas que son antagónicas: La genética divina que nos insta a todo lo bueno, lo justo, lo puro y lo recto, y tenemos a la vez la genética rebelde y engañosa de Caín que por influencia de Satanás nos llega luego del pecado. Ambas genéticas se manifiestan en nosotros dependiendo de nuestra educación, cultura, alimentación y entendimiento de los aspectos que podemos controlar. Permitimos que dominen los “genes malos” que están en nuestro genoma y que nos instan a todo lo malo o ayudamos a que se expresen los genes buenos de la naturaleza divina que nos instan a obedecer y a ser buenos. La decisión está en nuestras manos. ¿Alimentamos los genes buenos o alimentamos los genes malos? Los genes divinos se alimentan físicamente de toda planta vegetal que Dios designó para alimentar al ser humano. Los genes malignos se alimentan de carne y sangre de animales muertos. ¿Cómo es? La ley establece: “Ni carne ni sangre, heredarán el reino de los cielos”.

Uno de los más importantes asuntos de salvación está relacionado a la alimentación física y espiritual. ¿Que comemos? Eso nos lleva a una o la otra vertiente: si nos alimentamos de los frutos de la Tierra, los genes malignos que heredamos de nuestros antepasados mueren paulatinamente y se extinguen en nuestro cuerpo. De igual manera, cuando comemos carne y sangre, alimentamos y fortalecemos los genes malignos en nuestro organismo. Esos genes se heredan de nuestros padres y antepasados, que han consumido la carne, y se hacen parte de nuestro genoma. Se crean células parasitarias que forman parte de nuestra sangre y que inclinan la balanza de nuestras decisiones, resoluciones y deseos porque influyen en todos nuestros actos, gustos y reacciones; nos hacen hacer o decir cosas que no queremos hacer o decir, porque dominan nuestro apetito. Si complacemos dicho apetito estas células se reproducen en grandes cantidades que infectan todo el cuerpo y la mente. Nos hacen susceptibles a infecciones e inflamaciones, y a enfermedades de todo tipo. Estas células, que se constituyen parte de nuestro genoma y manipulan nuestro comportamiento, no son parte de la creación divina del Creador, son consecuencia de la mezcla de razas que ha ocurrido desde el principio de la historia humana que se ha alimentado con toda clase de animales. La eliminación de esas células de nuestra sangre ocurre cuando eliminamos de nuestra alimentación todos los productos que de una u otra manera forma, se derivan de animales.

Cuando señalamos la mezcla de razas, nos referimos a la unión que en el principio ocurrió con seres diferentes a como Dios creó a Adán y a Eva. Este tipo de seres, que el apóstol Juan nos describe como animales en el Apocalipsis, no fueron parte de la creación que Dios hizo en la Tierra a su imagen y semejanza. Eran seres de diferentes mundos que aceptaron la política independiente de Satanás y se unieron a su rebelión. Esos fueron los primeros que aceptaron la invitación de Dios a arrepentirse y a venir a vivir en la Tierra recién creada. Aceptaron la invitación, pero no se arrepintieron y le sirvieron de instrumento a Satanás para poblar la Tierra y preparar su reino terrenal.

Debido al golpe tan grande que recibieron Adán y Eva al ser echados del Edén, y del acceso al árbol de la vida, estuvieron por más de 130 años sin tener hijos. Cuando nace, Set ya los enemigos de Dios, secuaces de Satanás, los hijos de Caín, se habían multiplicado en la Tierra y habían construido implementos de labranza e instrumentos musicales, y edificado pueblos y ciudades en todo el valle de Mesopotamia. Caín, el primogénito de Eva, hijo de la rebelión, sirvió de padre a los ángeles caídos que se sumaron a los pobladores de la Tierra al comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, unos como hombres y otros mujeres. Como resultado de estas uniones surgieron las mujeres que se casaron con los descendientes de los hijos de Dios por parte de Set, así como las esposas de los hijos de Noé. Los hijos de Dios y los hijos de los hombres, que fueron los hijos de la rebelión, se fueron mezclando unos con los otros hasta que todos se contaminaron con los genes malignos. ¿Cuál ha sido la magnitud del engaño? La malignidad, la enfermedad y la muerte que ha ido en aumento a través de las generaciones. Así como Eva contaminó su vientre al comer la fruta prohibida, para ellos, la malignidad que se inicia en ese acto, indujo la malignidad en ambas descendencias. Por lo que Dios tuvo que intervenir y dar recomendaciones para evitar que el mal se extendiera sin remedio. Por medio del diluvio universal, Dios tuvo que destruir esas primeras generaciones que debido a sus inclinaciones al mal, desfiguraron por completo los planes divinos para el planeta Tierra.

Con el pecado de Eva, cambió la naturaleza perfecta y con el diluvio se transformó la topografía terrestre. Surgieron los continentes, aumentaron los mares, se crearon las grandes montañas y abismos y se echó a perder la fertilidad de la Tierra en muchas regiones que se convirtieron en desiertos. 

Cuando analizamos la sangre humana encontramos células parasitarias que no corresponden a la naturaleza humana creada por Dios en el principio. La sangre original, antes del pecado, era del color de la savia de los árboles, muy compatible con la naturaleza vegetal. El cambio en la composición y balance de la sangre humana se produjo como consecuencia de la inclusión de la carne animal en la alimentación humana. En el genoma humano se encuentran genes de otras especies y animales que no corresponden a la creación original. Dios desde el principio no quería que el hombre consumiera sangre animal en su alimentación, pero los seres malignos y su descendencia necesitan sangre animal para sostenerse.  La presencia de estos genes en la sangre, crean una necesidad o hambre que hace que la gente coma la carne de animales muertos. La sangre muerta no puede sostener la vida saludablemente, pero puede transportarse en las células rojas y por esa razón, existen tantas enfermedades malignas y crónica cuya curación sólo puede ocurrir cuando la persona deja de comer carne muerta. Por esa razón, las transfusiones de sangre se hacen de personas vivas y no se puede utilizar la sangre de los muertos.

La salud y la salvación

El asunto de la salud está íntimamente relacionado a la salvación. En los idiomas originales de la Biblia el término se intercambia y ambas palabras, salud y salvación, se pueden traducir indistintamente, y son términos similares que se intercambian interesantemente a través del texto bíblico al asociar la salud física y la salud espiritual o salvación del alma.

Cuando el apóstol señala que nuestro cuerpo es templo y morada del Espíritu Santo, y que Dios destruirá quien destruya este cuerpo con prácticas dañinas, como lo son la falta de descanso, el uso de drogas, el consumo de alimentos impuros, tóxicos de cualquier tipo y la carne de animales muertos, quiere decir que la persona misma se destruye con esos hábitos que dañan el cuerpo. El Espíritu Santo no puede habitar en templos sucios, tóxicos y malolientes. Esos hábitos, y estilos de vida que los lleva a enfermarse aunque parezcan aseados por fuera, están inmundos por dentro.

En el ritual del santuario, Dios ordenó que cada cordero que fuera a ser utilizado para sacrificio debía ser perfecto, saludable y sin manchas. Además, antes de ofrecerlo en sustitución del pecador, debían lavar con agua sus intestinos (Levítico 1:9).  La limpieza del cuerpo debe comenzar lavando con agua los intestinos. Tal como le enseñó Jesús a los Esenios. Al lavar los intestinos, el hígado, los riñones, los pulmones y la sangre drenan, se limpian y comienza un proceso de restauración celular en todas las áreas, que sufrieron la toxicidad. Las células madre se reproducen saludablemente, y el organismo se recupera de todo el daño y las enfermedades sufridas. (ver Apocalipsis 3:3, Mateo 10:32, Lucas 10:20, 1ra Pedro 4:17, Apocalipsis 20:12. Filipenses 3:6, Juan 5:4, Lucas 20:35).

Nota 1: Es bueno y conveniente señalar aquí, que los tratamientos médicos a base de inyectar células madre en áreas afectadas y que resultan exitosos por un tiempo, son innecesarios. Cuando se hace la limpieza y desintoxicación orgánica recomendada, que incluye los 7 remedios naturales, la limpieza con agua de los intestinos y la alimentación sana a base de plantas en condiciones de limpieza orgánica adecuadas, es cuando todas las enfermedades y condiciones de salud desaparecen porque el organismo recupera sus capacidades innatas de restauración. Estamos programados por Dios para curarnos de todo mal siempre y cuando observemos las leyes de la naturaleza.

Estamos en una etapa crítica de la historia, en la que las enfermedades, las drogas y los tratamientos médicos dominan la vida de la gente. La dependencia a fármacos ha esclavizado de por vida a una gran mayoría de la población mundial. La gente recibe la información clara y precisa del daño secundario o colateral que hace cada uno de los medicamentos que les han sido prescritos por los médicos, y no saben cómo librarse de ellos ni producir alternativas diferentes. Los médicos tampoco tienen alternativas no tóxicas ni dañinas para ofrecerle a sus pacientes por lo que todos viven en una dependencia cíclica viciosa que va deteriorando el organismo poco a poco hasta destruirlo totalmente. No existe un solo tratamiento médico que no tenga efectos secundarios; en la mayoría de las veces son peores que el mal que pretenden controlar. Por ejemplo, el uso de algo tan inocuo como la aspirina, puede causar cáncer o un deterioro fatal de la vida de quien la usa constantemente.

Muchas personas viven de forma artificial o mecánica, con un marcapasos que si se daña la persona muere. Otros dependen de un fármaco, que si lo dejan de tomar, fallecen en poco tiempo. Esas víctimas del sistema médico, que destruyen su organismo con drogas tóxicas y tratamientos químicos fuertes, ya recibieron la marca en su mano derecha que los llevará a la perdición eterna. Nadie bajo los efectos de esas drogas puede aspirar a la salvación porque sus organismos están atados a los fármacos modernos (hechicería) que pertenecen al enemigo de Dios y de las almas. Aunque Dios lo ame mucho porque salvaron a otros, sus vidas están perdidas porque son irreconocibles para el ángel sellador.

Nota 2: Cuando se menciona la mano derecha en el libro de Ezequiel 21, 22 y en Apocalipsis 13 se está aludiendo proféticamente a la medicina divina o a la mano que Jesús imponía sobre los enfermos y los curaba. Cuando él señala que se impondrá una marca en la frente o en la mano derecha que separará a los justos de los impíos en la fase final de la historia, se refiere a un asunto de salud, que es clave y decisivo para salvación o perdición. La iglesia cristiana no ha entendido esto en su significado profético, y ha inventado doctrinas que desvían la atención de la gente de la realidad, que se muestra ante todos los que tienen que tomar una de las dos: la marca de Dios o la marca de la bestia. La marca de Dios en la mano derecha es el poder curativo de los elementos de la naturaleza, y en la frente es de lealtad incondicional a las leyes de Dios. Aquí está, dice Apocalipsis, la paciencia de los santos, aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesucristo (Apocalipsis 14:12). La frente es parte importante de la cara que le damos al mundo, y de la conciencia que proyectamos con nuestras vidas. A nadie con dos dedos de frente,  se le ocurre decir que Jesús abolió los mandamientos en la cruz, cuando todavía, las cortes de justicia y sus jueces asociados, penalizan a los que matan, roban, promueven drogas ilegales tóxicas y hablan falso testimonio. ¿Cómo la iglesia que Dios puso en la Tierra para representarlo y que lleva su nombre cristiana, puede atreverse enseñar que Jesús abolió las leyes de su Padre cuando él mismo le dijo a sus discípulos, no he venido a abrogar la ley ni los profetas, sino a cumplir? El que me ama guarda mis mandamientos. 

Noten lo claro que ha sido cuando dice: “No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi padre, que está en los cielos” (Mateo 7:21). Jesús guardó todos los mandamientos y así enseñó a sus discípulos, mientras que la iglesia cristiana ha enseñado por siglos a sus feligreses que la ley está abolida y que somos salvos por la gracia y la fe únicamente. Esto es un error doctrinal. La iglesia cristiana se ha ido alejando de la presencia iluminadora del Espíritu Santo y poco a poco ha perdido los dones espirituales que le fueron concedidos por el Señor. Por esa razón no se ven curaciones, ni verdaderos milagros de sanidad en las iglesias, como se vieron en el tiempo de Cristo y de los apóstoles cuando se inició la organización de la iglesia primitiva. No obstante, el Señor ha cumplido su palabra y ha mantenido su promesa a través de la cual, si la iglesia cambia el rumbo errático, y se arrepiente, si unge sus ojos con el colirio divino, si se aferra a la observancia de las leyes, preceptos y estatutos divinos, entonces recuperará el don de sanidad que le permitirá ser receptora de todos los otros dones espirituales que perdió. La obediencia, la fe, el amor, el ayuno y la oración, son los medios dispuestos por Dios para que se hagan señales y prodigios mediante el nombre de su Santo hijo Jesús. Eso hará que el Espíritu Santo regrese y tome el control espiritual de la iglesia y se produzcan las curaciones milagrosas que abrirán los ojos de los ciegos y que los conducirán a los pies del maestro. El mundo espera mucho más de la iglesia cristiana que lo que ésta está produciendo para el mundo. Cuando la iglesia no produce frutos, es cortada y echada al fuego, igual que la higuera estéril del relato evangélico. Esta es una representación simbólica de la iglesia en este tiempo. Por tres siglos, el Señor ha venido a buscar frutos en ella y no los ha hallado. ¿Qué hizo el Señor con la higuera estéril? ¿Hará lo mismo con la iglesia estéril? Todos estos ejemplos bíblicos, son amonestaciones para la iglesia de hoy día. La iglesia es el conjunto de entidades que se han organizado para llevar a cabo la obra apostólica que el Señor comisionó a sus discípulos en Mateo 16:15. Estas señales seguirán a los que creen, y a continuación, el Señor define las siete encomiendas que le da a sus discípulos y por consiguiente a la iglesia (Marcos 16:15).

Como podemos concluir, no existe ninguna iglesia o denominación que esté cumpliendo con la comisión que el Señor Jesucristo le impuso a su iglesia en la Tierra. Al contrario, lo que vemos es que las iglesias se han convertido en clubes privados para entretener a la gente, asignarle un buen sueldo al pastor para que los entretenga y los haga sentirse bien, les hable algo de la Biblia de vez en cuando y les prometa a todos que se van a salvar y a ir al Cielo con Dios cuando mueran. Hay miles de iglesias, pastores y de sacerdotes prometiéndole salvación, y un lugar en el cielo a todos los que sean miembros de sus congregaciones. Cuando se enferman los feligreses, oran por ellos y los mandan al hospital o al médico. Si se curan, les dicen que fue la oración; que Dios hizo el milagro. Si no se curan, le hacen una ceremonia muy elocuente de despedida, y le aseguran al resto de la congregación que el difunto ya está con el Señor sentado a su diestra, que lo llamó para darle una ocupación en el cielo, de manera que el pastor y la congregación lo despiden satisfechos, y que por haber perseverado en la iglesia, tiene un lugar asegurado en el cielo con Dios. De esa manera, los pastores y las iglesias se las arreglen para quedar bien con todo el mundo. ¿Cómo cumplen con la comisión evangélica que Jesús le impuso a la iglesia?¿De qué estamos hablando? Ellos explican eso muy claramente: para eso van al seminario y se preparan para explicar cada aspecto de las Escrituras a su mejor conveniencia. La salvación universal a todo el que cree y se hace miembro de su congregación, es la canción más cantada en el mundo y son los que se dicen cristianos, los que la cantan, la predican y la creen. Jesucristo anticipó esta actitud en los capítulos 24 y 25 de Mateo. Allí se encuentran las palabras textuales del Maestro. Vemos el acto de juicio de separar a los cabritos de las ovejas. Allí se presenta el cuadro: sacerdotes y pastores que en su nombre predican, construyen iglesias, sanan enfermos, sacan demonios y el Señor, no los reconoce y los manda al infierno. Esos son los pastores que han menospreciado los preceptos y las leyes divinas. Que predicaron y enseñaron en sus iglesias los tres errores doctrinales que hemos descrito anteriormente. Que han predicado la prosperidad a cuenta de los pobres, que abolieron los Mandamientos que no les convenían y los enseñaron a su modo. Esos son los que ponen la levadura en las 3 medidas de harina y toda la masa del evangelio ha sido fermentada (Mateo 13:33).

Nota 3: No podemos concluir que el recogido de la cosecha de las almas sinceras rescatadas para el Señor se le pueda llamar la segunda venida de Cristo (Mateo 24:44) porque, según sus propias palabras, el pueblo será juntado dentro de los habitantes del mundo de uno en uno según se encuentren ubicados en diferentes actividades: moliendo en un molino, trabajando en el campo, cada uno en su faena, serán tomados y llevados. Por esta razón, deben estar en lugares apartados de la ciudad, en los campos y montañas lejos del tumulto de las grandes ciudades. Esa selección y rescate no se puede producir en medio de las grandes congregaciones, porque el Señor vendrá como ladrón, cuando menos lo esperen y tomando los suyos, nos llevará consigo; mientras tanto, el mundo seguirá su curso y nadie notará la ausencia de los rescatados. Primero porque son pocos y segundo porque hace tiempo que ya se fueron apartando del resto de la población. Pensarán que se mudaron al campo, que se mudaron lejos o que se fueron del país y seguirán su vida como siempre, sin extrañar su ausencia.

Nota 4: Satanás será liberado de su limitaciones, que han protegido al pueblo de Dios de su ira. Y reunirá a las naciones de la Tierra bajo un solo gobierno a fin de tomar el comando del mundo como siempre lo ha deseado. No estando el pueblo de Dios ya en la Tierra, la misericordia divina se retirará. El Espíritu Santo, no intercederá más por la humanidad, y las plagas, azotarán fuertemente: enfermedades de todo tipo, epidemias por doquier, y protestas que la gente evitará. Los sobrevivientes estarán indefensos, esclavizados al trabajo, y enfermos sin esperanza. El Gobierno de Satanás no funcionará como él lo planificó, porque sin la presencia divina en la Tierra todo se complica, se agrava y se sale de control. Todo lo que el maligno ha sembrado en la Tierra, eso cosechará y nadie estará feliz en su gobierno. Muy parecido a la práctica de la política que ya vemos en las legislaturas, congresos, y gobiernos actuales sin la presencia divina interviniendo. Los hombres y mujeres de Estado no se entenderán para legislar apropiadamente, y la palabra final de cada legislación la tendrá que tomar Satanás en persona, de acuerdo a su criterio y conveniencia; como siempre, la última firma la da el gobernador. Toda su astucia y sabiduría no le servirán para resolver la gran cantidad de problemas que se multiplicarán de día en día. Los mismos que respaldaron a Satanás para que dirigiera la nueva era, se volverán contra él y le reclamarán por el caos de su gobierno y la falta de alimentos, de productos de primera necesidad, de servicios médicos, de medicinas y de combustibles.

El mundo que ha desestabilizado Satanás, se volverá su propia prisión y su gran problema porque tendrá que reconocer su gran error de sacar a Dios del control de la Tierra. Tratará infructuosamente de mantener el control de la naturaleza que desde el principio le saboteó a Dios y a los primeros habitantes de la Tierra. Ninguno de sus sabios científicos podrá reparar el daño ocasionado a la naturaleza, a las fuentes de agua, al medio ambiente y a todos los recursos naturales que destruyó y manipuló genéticamente. Ver su obra destructora en todos los elementos de la Tierra, y en la gente, será parte del gran castigo que comenzará a sufrir el enemigo de Dios. 

Nota 5: Al fin de los mil años y cuando el gobierno mundial de Satanás esté en el mayor descrédito y caos en la Tierra, se producirá la venida gloriosa del Señor con la Santa Ciudad de oro, y puertas de perlas, y joyas preciosas, con el pueblo redimido de Dios en su interior. Ahí están los que describe Apocalipsis 14:12 que fueron rescatados de la Tierra y constituyen el pueblo de Dios. La ciudad desciende sobre el monte de los olivos, que se convierte en un gran valle y recibe el tesoro más grande visto por seres humanos en la historia del mundo.

Satanás ve la oportunidad de estabilizar su mal estado de Gobierno con la riqueza que acaba de arribar a la Tierra. Reúne a sus ejércitos y rodea la Santa Ciudad para tomarla por asalto. Como señalábamos antes, es en ese intento de asalto a la ciudad divina cuando sus armas de fuego rebotan en la atmósfera divina de la ciudad y caen en su propio campamento y entre sus soldados. El fuego se propaga en segundos y Satanás y sus huestes se queman en un lago de fuego que destruye todo lo que está en la superficie de la Tierra y no deja nada más que cenizas. Entonces sopla un fuerte viento del norte que arrastra las cenizas al mar y la Tierra queda limpia, como un campo para la nueva siembra de Dios.

Conclusión

En síntesis, ese es el orden de los sucesos que han de ocurrir y que la iglesia cristiana ha ignorado y mezclado con teorías humanas. Por muchos años han creado confusión sobre los eventos finales y no sabe cómo presentarlos ahora para no tener que dar marcha atrás y rechazar las conjeturas que fue creando a través del tiempo para quedar bien con los eventos anunciados en 1844. Los mismos no se vieron, ni se cumplieron como estos habían señalado en un principio, una señal clara de que las iglesias hace siglos perdieron el rumbo del mensaje de Cristo. Por esa desviación el Señor no ha podido cerrar el tiempo y venir en busca de un pueblo que se encuentra confundido o mal orientado por pastores, que por su costumbre de comer carne, se comen las ovejas del rebaño. ¿Cómo podemos reparar el daño que se le ha hecho al mensaje precioso de Cristo y su ejemplo? ¿Cómo se puede restaurar algo que ha sido roto en pedazos, cuando hay fragmentos perdidos que no aparecen en el texto y otros han sido alterados en su esencia original?

Hagamos cada día nuestra parte, y oremos por el cumplimiento de las promesas del Señor.

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