Los 50 Pasajes

La Iglesia Que Se Quedó Muda

Por: Dr. Norman González Chacón

La iglesia cristiana recibió un importante mensaje en el año 1845, en el cual el Señor llamó a una niña de 17 años, y le dio una visión con el camino que el pueblo de Dios había de recorrer en su viaje a la Santa Ciudad, así como la rica recompensa que se dará a quienes aguarden a su Señor cuando regrese a su festín de bodas. 

El mensaje fue entregado en visión en una tarjeta con letras de oro. Este detalle, en nuestra era, que para toda transacción usted necesita tener una tarjeta, es algo común y que no sorprende a nadie, pero en el año 1846, era algo incomprensible. Solo a la luz de la actualidad en que vivimos, se puede entender que Dios no reveló este mensaje para ellos, sino para nosotros que vivimos este siglo. Como se puede comprobar, la iglesia no ha hecho caso alguno de estos mensajes que forman 50 pasajes importantes que son las guías que acompañarán al pueblo de Dios y que lo fortalecerán, dándole la luz de la verdad presente en cada etapa del tiempo y lo que ha de transcurrir hasta la venida del Señor.

Cuando no se conoce la historia, corremos el riesgo de repetir los mismos errores y fallas de generaciones anteriores. La iglesia cristiana no es la excepción y ha demostrado, al pasar del tiempo, una gran despreocupación por la preparación que el pueblo de Dios debe hacer para recibirle. Se cree dueña del proceso purificador, salvífico y cree que Dios está obligado a salvar a todos los que están registrados en los libros de la iglesia. No se ha percatado del mensaje que el ángel les envía a las 7 iglesias de Apocalipsis y en especial a las iglesias de Pérgamo y Laodicea (Apocalipsis cap. 2).

En el mensaje aludido, Dios trazó la ruta de lo que sería la trayectoria de las iglesias desde sus comienzos en el siglo primero de la era cristiana, y en su desarrollo desde el siglo 19 en adelante, hasta la aparición de Jesús en las nubes para rescatarlos. Un mensaje de versos escogidos que adelantan la marcha de la iglesia y de los aspirantes a salvación desde el año 1800 hasta la venida visible del Salvador. Ese fue el comienzo de las siete grandes organizaciones evangélicas actuales.

Podemos ver que los 50 pasajes son un resumen de los éxitos y fracasos de las iglesias y de sus miembros durante los últimos siglos de la tierra. De lo que tiene que pasar, y de cómo perseverar para ser salvos. Los textos escogidos por el Señor tienen un valor incalculable para la Iglesia de hoy porque le permite una preparación constante y gradual hasta alcanzar los niveles de perfección en Cristo, que la prepararán para ser parte de la grande compañía que se sitúa ante el trono de Dios. Podemos decir que estos 50 pasajes son la Biblia del último tiempo, abreviada y concisa.

La iglesia cristiana aludida, se quedó muda y no ha reaccionado al primer mensaje. Para eso, el primer pasaje dice: “Y ahora, quedarás muda y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga. (Lucas 1:20). Queda muda porque no se atreve a dar el mensaje que tiene que dar, y su falta de voz, le afecta también la vista, porque tampoco ve ni tiene la fe para buscar el colirio divino y lavarse los ojos. Por lo tanto, se convierte en una inválida. “Por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo”. Con iglesia y sin ella, el Señor llevará a cabo su obra redentora a su tiempo. La iglesia muda sin habla es un elemento inútil que no le sirve a Dios, y por lo tanto es descartada y puesta a un lado de la obra redentora. Tenemos que recordar el mensaje de la comisión evangélica: 

1. Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura  

2. Bautizarlos en el nombre de Jesús. 

3. Echarán fuera demonios 

4. Hablarán nuevas lenguas. 

5. Quitarán serpientes.

6. Si comieren o bebieren cosa mortífera, no los dañará. 

7. Sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán.

Es obvio que la iglesia muda no ha cumplido con ninguno de estos siete requisitos que le encargó el Maestro antes de ascender:  Los demonios entran y salen de la iglesia y de la feligresía en la forma de toda clase de pecados, soberbias, locuras y falsas enseñanzas. Siglos después, los sermones, las enseñanzas, las predicaciones, las frases y muletillas de los pastores son las mismas que usaron los pioneros hace 200 años. Nada nuevo, ningún lenguaje nuevo sobre el evangelio, ni sobre las profecías se oye en las iglesias, y si se habla, son las mismas del libro de Daniel y de Apocalipsis que aplican a varios siglos atrás. Las serpientes que atacaron al pueblo de Israel cuando murmuró en el desierto, siguen en las iglesias cristianas, inyectando el poderoso veneno de la duda y de la incredulidad, rechazando la alimentación física y espiritual adecuada a este siglo, sin que nadie haga algo para evitarlo. No hay un Moisés que resuelva y los libere de ese ataque venenoso. Por no observar las reglas de vida y alimentación que están claramente definidas en la Biblia, están comiendo y bebiendo cosas mortíferas que los enferman y sufren las consecuencias, muriendo de las mismas enfermedades que sufre el mundo y que los arroja en los hospitales que las mismas iglesias poseen. Con ello, sustituyen el don de sanidad que el Señor les impartió para que sanaran todo enfermo de toda enfermedad. “Cosas más grandes que las que yo hago, ustedes podrán hacer”. Ciertamente, la Iglesia y los discípulos han hecho grandes edificios de iglesias y grandes y costosos hospitales. Pero el don de curación lo perdieron hace tiempo y los enfermos no se curan de la manera en que el Maestro les enseñó: “Sobre los enfermos, pondrán sus manos y sanarán”. Esa orden divina se ha quedado oculta en el tintero de la Iglesia y nadie se atreve a practicar las curaciones absolutas que Jesús ejemplificó y para las cuales invistió a los discípulos y comisionó a la iglesia primitiva con la potestad del Padre y del Espíritu Santo para que realizaran prodigios, sanidades, señales, y milagros más grandes aún que los que él hizo estando con ellos (Hechos 4:29 al 31 y Juan 14:12 al 17). Esa responsabilidad la Iglesia la delegó a los médicos y a los hospitales, muchos de los cuales sus oficiales enfermeros y personal médico, no cree en los milagros, muchos no creen en la palabra, y todos creen y practican la hechicería o pharmakeia de las drogas que le hacen creer a la gente que están curando porque les alivia los síntomas. Señala el ángel de Apocalipsis 18, que allí en esos hospitales, mueren los impíos igual como mueren los hijos de Dios. No hay diferencia (Apocalipsis 18:24).

El siguiente pasaje lee: “Y ahora Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios (Hechos 4:29-31). Al inicio, los discípulos salieron a predicar con denuedo la palabra, pero las amenazas y los tropiezos que tuvieron que afrontar, fuero desanimándolos en su misión y las iglesias que se organizaban no tenían el entusiasmo y el empeño de predicar la palabra, y mucho menos de sanar a los enfermos. El pasaje, insta a los cristianos a luchar con denuedo a predicar, sanar y hacer señales y prodigios en el nombre de Jesús.

El próximo pasaje insta a los discípulos a tener el cuidado de no perder el tiempo y el esfuerzo predicando a quienes no aceptan la Palabra: “ No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”. Este pasaje de Mateo 7: 6-12-15, indica claramente que por más entusiasmo y ánimo que tengamos en predicar la palabra, no la compartamos con quienes no la desean, porque no la merecen. “Para que no se vuelvan contra vosotros y os despedacen”. Jesús señaló este concepto claramente en Mateo 13:13 al 15. Porque hay gente que no entiende el mensaje ni lo acepta, y si lo hace hipócritamente por el interés de curarse, con esos no se debe perder el tiempo enseñándolos ni curándolos, porque el Señor conoce su hipocresía y no quiere sanarlos (Mateo 13:15). Pero los llamados y escogidos hijos suyos que guardan sus mandamientos, sus preceptos y sus estatutos, y caminan en su amor, esos pueden pedir y se les dará todo lo que pidan, siempre y cuando se pida en el orden y de acuerdo con la voluntad divina. En el pasaje número 6 de Mateo 7:12-15, les advierte sobre los falsos profetas que vienen vestidos de ovejas, pero que son lobos rapaces. 

El próximo pasaje vuelve a advertir sobre “los falsos cristos y falsos profetas que harán grandes señales y prodigios a tal grado, que engañarán, si fuese posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24).

Los siguientes pasajes entre los 50 revelados: 7,8,9,10,11 y 12, advierten sobre filosofías y huecas sutilezas que entrarán a la iglesia y que corromperán la buena práctica del evangelio. Esto, lamentablemente, se ve ocurriendo y por esa razón la iglesia ha ido perdiendo la fuerza original que el Espíritu Santo le otorgó en el aposento alto, de donde surgió triunfante y poderosa para desarrollar su poder inicialmente. El próximo pasaje es preciso y señala un aspecto muy importante de la obra y de la vida cristiana, y de la salud física y espiritual que es el descanso divino: “Nadie, debe caer en semejante ejemplo dedesobediencia”. El descanso es un elemento clave en la vida del creyente que la iglesia cristiana ha descartado, relegado y pisoteado. El descanso semanal o sábado es parte de los 10 Mandamientos y nadie en la tierra ni en el cielo tiene permiso divino para cambiarlo o abrogarlo. “Por lo tanto, queda un reposo (muy significativo) para el pueblo de Dios”, que es señal entre Dios y su pueblo escogido. Nadie que aspire a salvarse “debe caer en semejante ejemplo de desobediencia” (Heb. 4:10 al 12).

El pasaje número 20, de Juan 13:34 y 35, nos recuerda el nuevo mandamiento que Jesús le añade a su ley: “Que os améis unos a otros como yo os he amado”. “En eso conocerán todos que sois mis discípulos”. Luego de esa aclaración, el Espíritu advierte: “que entre vosotros mismos se levantarán lobos rapaces que no perdonarán el rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para atraer tras sí a los discípulos” (Hechos 28:20).

Estas 50 advertencias sacadas de los Evangelios en esa fecha del siglo XIX (19), son la evidencia de apostasía de la Iglesia en todos los aspectos en que ésta se ha apartado de los principios originales, guiadas por hombres ambiciosos que buscan sus propios intereses y terminan comiéndose las ovejas. En la visión, el ángel cita las palabras del apóstol: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo para seguir un Evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el Evangelio de Cristo (pasaje 24), (Gálatas 1:6-9).

El pasaje 25 alude a los que matan el cuerpo y después nada más pueden hacer. Aquí se refiere a otro tipo de engaño que apareció en la Iglesia en sus comienzos: La unión de las iglesias con los médicos desde el siglo 18 en adelante y que se convirtió en una característica de las 7 iglesias o denominaciones que se crearon en Norteamérica, son el ejemplo de la unión de la iglesia con el falso poder médico hospitalario. Al perder el don de curar a los enfermos por su apostasía, la iglesia cristiana adopta la medicina farmacológica (con su extensa pharmacopeia) para llenar el requisito divino que Jesús le impuso de sanar a los enfermos (Marcos 16:17 al 18), y que constituye el pasaje número 32, y que entraña la gran comisión evangélica que se le encomienda a la iglesia apostólica desde sus comienzos. Al unirse o auspiciar a los médicos y a los hospitales, las iglesias rechazan el poder que Jesús le impartió a los discípulos, alteró el propósito divino, y cambió las leyes a su capricho y conveniencia. Los pasajes 40 y 41 le abren una puerta a la iglesia de Filadelfia para que se arrepienta y le ofrece la llave de David que abre y ninguno puede cerrar. Esta es la única iglesia que, aunque pequeña en número, ha guardado la palabra y será guardada de las pruebas que han de venir sobre el mundo. Por lo tanto, esa es la iglesia remanente que guarda la palabra y no ha negado el nombre de Jesús. De ahí en adelante, los pasajes describen las características de los fieles que se encuentran en esa iglesia (Apocalipsis 14:4-5). Este es el texto clave de Apocalipsis que entra en las características de los fieles que se encuentran en la iglesia de Filadelfia. En la etapa en que se produce la separación de los infieles que habían permanecido en las iglesias y que fueron entregados a la sinagoga de Satanás por mentirosos y falsos. “Estos fieles son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos son primicias para Dios y para el Cordero”.

Para llegar a este punto culminante de la historia, hay que restaurar los siete (7) pasos que señalan la gran comisión evangélica de Marcos 16:16 al 17 que enumeramos anteriormente. Inmediatamente que esto ocurre, muchos, que han estado ciegos de nacimiento, abrirán sus ojos y verán, y se convertirán al mensaje. Habiendo recobrado la salud, sus ojos se abren y ven las maravillas del Evangelio. En esa etapa de la historia es que entramos en el Apocalipsis y descubrimos el mensaje que cura a los enfermos y abre los ojos de los ciegos de nacimiento en este tiempo. Aquellos que desde que nacieron no pudieron ver la luz del Evangelio a pesar de que, como el ciego, se sentaban en el templo todos los días a pedir y pedir sin esperanza. Hoy entran al templo, se sientan en su banca, escuchan una predicación que utiliza mayormente frases aprendidas, muletillas, textos que infunden miedo o temor a perderse, amenazas de consecuencias infernales que preocupan al pecador y lo hacen reaccionar por miedo a quemarse en el infierno, en vez de por amor a salvarse y vivir con Jesús en la tierra nueva. 

Esa es la diferencia en propósito del sermón semanal. Es la evidencia del desgaste físico emocional de los pastores, que tienen una libreta con sermones y los presentan rutinariamente a sus congregaciones sin otra intención que la de mantenerlos en la membresía y pagando sus diezmos y ofrendas para sostener al pastor y su familia, y que ésta pueda moverse en un buen automóvil y vestir con trajes nuevos y vistosos. Conozco pastores que coleccionan trajes, camisas y corbatas, y tienen decenas de ellas en todos los estilos y colores. Es bueno aprovechar esta alusión a los pastores con corbata, porque se trata de una prenda de vestir que ningún Pastor debe utilizar debido a que esta prenda fue creada por modistos franceses para exaltar el sexo, competir con el escote de las modas femeninas, y llamar la atención hacia los órganos sexuales masculinos. La corbata representa una flecha que señala hacia dónde se encuentran estos órganos, y su utilización en el púlpito es una ofensa moral que no tiene justificación alguna en la Iglesia cristiana. Es inmoral y sugestiva porque copia una moda del mundo sin conocer su significado y propósito. Es que la iglesia ha caído tan bajo, que se le hace casi imposible levantarse. Los pasajes número 12, 13, hasta el 22 llevan un mensaje muy específico sobre el comportamiento de la iglesia y el cristiano que se prepara en ella: véase Filipenses 1:6,27-29; 2:13-15; Efesios 4:32, 1era. de Pedro, 1:22, Juan 13:34 y35; 2da de Corintios 13:5; 1ra de Corintios 3:10 al 13; Hechos 20:28 al 30 y Gálatas 1:6-9.

El pasaje número 26 se refiere a todo lo que se dice y se hace oculto que será traído a la luz pública y eso juzgará a todos los que traman maldad contra el pueblo de Dios. No debemos temer de decir lo que tengamos que hablar y señalar el mal donde se encuentre. Ni debemos temer a los médicos que matan el cuerpo y después nada más pueden hacer. De quien debemos cuidarnos es de las asechanzas y tentaciones del demonio, “que, tras quitarnos la vida, puede hacernos perder la salvación y echarnos en el infierno”. El Señor que nos conoce nos cuidará al igual que cuida de todo lo demás (Lucas 12:3-7) “Y mandará a sus ángeles que nos cuiden y nos protejan si andamos en su ley” (Salmo 91 y Lucas 4:10-11).

El pasaje 29 nos asegura que la tribulación o tiempo de angustia será momentánea y pasajera y producirá una experiencia gloriosa y nos permitirá ver, no solo lo que a simple vista vemos, sino las cosas eternas que no se ven (2da de Corintios 4:17-18). Luego nos asegura el pasaje 31, que viviremos, si nos mantenemos firmes en el Señor (1era. de Tesalonicenses 3:8).

De inmediato, menciona el texto de Marcos 16:17 y 18, donde antes de ascender, el Señor le da la gran comisión evangélica a los discípulos con las 7 órdenes de trabajo que cada discípulo y cada iglesia tienen encomendados.

Inmediatamente, se menciona el pasaje Juan 9:33, donde se narra el último milagro de Jesús antes de resucitar a Lázaro: La curación del ciego de nacimiento. Como hemos señalado en otros escritos, esta curación tiene elementos diferentes de todas las demás, porque introduce un método nuevo de curación en el que se combinan tres elementos específicos: la palabra que sale de la boca de Jesús (la saliva), los elementos naturales de la tierra (el barro), y la fe y perseverancia del afectado, que debe seguir las instrucciones al pie de la letra. A este importante pasaje número 34 le sigue otro que nos reafirma el interés que tiene el Creador de cooperar en esta causa de curar enfermos y nos asegura que todo lo que pidamos al Padre en el nombre de Jesús, él lo hará, si estamos en la ley y guardamos sus mandamientos (Juan 14:13-15, pasaje número 35).

El pasaje número 36, reitera el interés del Maestro en darnos todo lo que pidamos en su nombre, si somos buenos discípulos (Juan 15:7-8). Esta promesa es altamente tentadora pues reitera el interés del Señor en premiarnos para que trabajemos con él. No obstante, no conozco a nadie que la esté aprovechando.

El pasaje 39 es de Romanos 8:38-39. Nos asegura que, si somos fieles, si nos mantenemos firmes, nada nos hará separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús.

Como se trata de la Biblia abreviada del tiempo final, los pasajes 40 y 41 nos garantizan la llave de David, que abre la puerta que nadie pueda abrir ni cerrar, y la promesa del Señor que seremos guardados en la hora de la tentación que ha de venir sobre el mundo entero. La promesa se extiende a la iglesia de Filadelfia, que es la única que no es reprobada (Apocalipsis 3:7-15). Aquí se detallan importantes temas del tiempo final que se encuentran en el Apocalipsis y de aquí en adelante estamos en la fase final del gran conflicto como vencedores y herederos de las promesas de Dios. Solamente cita un texto de Filipenses, dónde nos asegura que para este momento nuestra ciudadanía no está en ningún país de la tierra: “Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filip.3:20). Pasaje 43, Santiago 5:7-8; pasaje 44, Filipenses 3:21; pasaje 45, Hebreos 4:9; pasaje 46, Fil.3:21. Todos los demás textos son de Apocalipsis 14 en adelante, donde ya nos vislumbramos en tiempos presentes en la Santa ciudad con el Señor para siempre: pasaje número 50. 

El Señor le dio estos 50 pasajes a una mujer joven de 17 años en una visión particular para disipar dudas en cuanto a malas interpretaciones que se estaban haciendo en las iglesias cristianas recién nacidas en el siglo 18 y que desviarían la palabra del propósito principal para acomodarla al crecimiento económico denominacional que ocurría en todas las iglesias organizadas bajo las pautas del reformador Martín Lutero. Éstas, estaban basadas en los tres errores doctrinales que “una mujer”, dígase iglesia introdujo en el evangelio puro y fermentó la masa del evangelio (Mateo 13:33). La eliminación y abrogación de los mandamientos y la salvación por fe y gracia, que son dos de los grandes errores doctrinales que caracterizan a la iglesia apóstata del último tiempo.

La iglesia que entra en el reposo divino, que señala Hebreos 4:9-12, es la iglesia de Filadelfia que es la única que en el Apocalipsis es hallada sin falta y guardando la palabra de la paciencia divina, que se refiere a los preceptos, mandamientos y estatutos de las leyes de Dios. Esa es la puerta y ahí está la llave, la corona, y el nombre nuevo de Jesús. Ahí están los que guardan los mandamientos de la palabra y los valientes que no han negado su nombre. De esa Iglesia que ha existido en todas las épocas, salen los 144,000 que no se han contaminado con los mensajes espurios de las iglesias reprobadas.

Del pasaje, 43 al 50, comienzan los eventos finales que nos ubican aguardando con paciencia la venida del Señor, la lluvia temprana y la tardía para cosechar el precioso fruto de la venida del Señor (Santiago 5:7-8), el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder, con el cual puede sujetar a sí mismo todas las cosas (Fili.3:21).

Para ese momento histórico, ya se puede ver en el cielo una señal: “Una nube blanca, y sobre la nube, uno sentado semejante al Hijo del hombre que tenía en la cabeza una corona de oro y en la mano una hoz aguda”. La aparición del Salvador que tanto anhelamos sus discípulos es también un acto de juicio para los impenitentes, que no entraron en el pacto. Lo que para los que lo esperan es señal de alegría, esperanza y regocijo, es señal de muerte eterna para los impíos. La venida del Señor sorprenderá a los que no lo esperan y será motivo de fiesta y alegría para los que le esperan en salud. Estos 50 pasajes nos encaminan de forma sintetizada y directa por el tiempo que transcurre entre el llamado a la iglesia y la respuesta del Señor. Es una abreviación concisa de todo el mensaje de la Biblia condensado en 50 pasajes. El número 50 en la Biblia, es símbolo de cumplimiento y de confirmación. Es un símbolo del Pentecostés, que completa el tiempo de misericordia del llamado apostólico. Es la fiesta que sigue a la pascua y que recuerda el momento en que Dios entregó los 10 Mandamientos a Moisés. Es la segunda fiesta del calendario judío, la fiesta de la cosecha y se extiende desde la pascua por 50 días. Fue esa conmemoración la que reunió a Jesús con los discípulos en Jerusalén, donde se manifestó la presencia del Espíritu Santo en el aposento alto y dio lugar al comienzo de la formación de la iglesia, que fue fundada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas. Siendo la principal piedra del ángulo, Jesucristo mismo (Efesios 2:20).

En el santuario del desierto la medida del ancho del atrio era de 50 codos y las cortinas tenían 50 lazadas, y cada cortina tenía 50 corchetes de oro. Estas medidas y las lazadas nos indican la distancia y el tiempo, así como la separación de los eventos que amarran el tiempo de Dios y sostienen la anchura y largura de su infinita misericordia y paciencia. Véase estudio del santuario en Drnormans.Blog. Los símbolos del santuario son un mensaje elocuente del tiempo que se da a la tierra y a la Iglesia para hacer la obra de propagar el Evangelio y preparar el camino para la venida del Señor.

La iglesia que recibió este importante mensaje no le ha prestado atención ni al símbolo ni a la realidad del mismo y no se ha percatado de la realidad que vive la humanidad en momentos de serias dificultades, de pandemias, de terremotos por todo el mundo, guerras y amenazas de  guerras, enfermedades de todo tipo y de angustia extrema para los fieles hijos de Dios.

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Los Cincuenta Pasajes Primeros Escritos: páginas 24-36; Ellen G. White

Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. Lucas 1:20. PE 24.1

Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber. Juan 16:15. PE 24.2

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Hechos 2:4. PE 24.3

Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. Hechos 4:29-31. PE 24.4

No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Mateo 7:6-12, 15. PE 24.5

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Mateo 24:24. PE 25.1

Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Colosenses 2:6-8. PE 25.2

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma. Hebreos 10:35-39. PE 25.3

Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:10-12. PE 25.4

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. . . . Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él. Filipenses 1:6, 27-29. PE 25.5

Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Filipenses 2:13-15. PE 26.1

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:10-18. PE 26.2

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Efesios 4:32. PE 26.3

Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro. 1 Pedro 1:22. PE 26.4

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Juan 13:34, 35. PE 27.1

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? 2 Corintios 13:5. PE 27.2

Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 1 Corintios 3:10-13. PE 27.3

Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Hechos 20:28-30. PE 27.4

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Gálatas 1:6-9.PE 27.5

Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas. Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed. ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos. Lucas 12:3-7. PE 27.6

Porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, en las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Lucas 4:10, 11. PE 28.1

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos. 2 Corintios 4:6-9. PE 28.2

Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:17, 18. PE 28.3

Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro 1:5-7. PE 28.4

Porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. 1 Tesalonicenses 3:8. PE 28.5

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Marcos 16:17, 18. PE 29.1

Sus padres respondieron y les dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos; o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, preguntadle a él; él hablará por sí mismo. Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: Edad tiene, preguntadle a él. Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; ¿por qué lo queréis oir otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? Juan 9:20-27. PE 29.2

Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Juan 14:13-15. PE 29.3

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Juan 15:7, 8. PE 29.4

Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dió voces, diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Marcos 1:23-25. PE 29.5

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:38, 39. PE 29.6

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten. He aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Apocalipsis 3:7-13. PE 30.1

Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por doquiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fué hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. Apocalipsis 14:4, 5. PE 30.2

Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Filipenses 3:20. PE 30.3

Por lo tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Santiago 5:7, 8. PE 30.4

El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Filipenses 3:21. PE 31.1

Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fué segada. Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. Apocalipsis 14:14-17. PE 31.2

Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Hebreos 4:9. PE 31.3

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Apocalipsis 21:2. PE 31.4

Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Apocalipsis 14:1. PE 31.5

Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. Apocalipsis 22:1-5. PE 31.6

5 comentarios sobre “Los 50 Pasajes

  1. Morn GPa, How is everything? Just started reading this article from Dr. Norman. Interesting. Lets review and exchange comments pls, TY. ‘GB 😁🤓

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  2. Dr. Norman, saludos. Muy buen escrito y describe la situacion actual de la iglesia. Como se que es un estudioso de la Palabra, le sugiero que busque el significado de los nombres: Yahweh y Yahshua y su significado. Bendiciones

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    1. Los conozco bien pero no puedo usarlos en el blog porque hay mucha gente que lee y no tiene base teológica para ese tipo de expresiones hebreas. Más adelante explicaremos sobre los nombres De Dios y su significado… Gracias!

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