La Llave de David – Parte IV

Por: Dr. Norman González Chacón

Secuencia de definiciones simbólicas con su declaración

La revelación que Jesucristo le hace a Juan es un mensaje de esperanza y consuelo para los santos de los últimos días y un mensaje de juicio y muerte para los impíos de cada tiempo que lo rechacen. 

Es bien importante tener en cuenta que el Apocalipsis se aplica a todo el tiempo de las iglesias desde que Cristo vino a la tierra hasta que vuelva nuevamente a buscar a su pueblo y a castigar a sus enemigos. Por esa razón, todos los eventos señalados tienen que ser adaptados a la época que se esté viviendo y al momento histórico que se esté dando. Por eso, algunos eventos que Juan narra se repiten y vuelven a mencionarse en el transcurso de la narrativa de sus visiones. Tenemos que tener en cuenta que la edad del apóstol estaba fluctuando entre los cien y ciento diez años, por lo que no podemos exigir una precisión cronológica perfecta, ni parece ser que ese era el propósito divino de su intención.

Las figuras que aparecen como caballos, bestias, seres raros con ojos por dentro y por fuera, son el resultado de la apreciación personal del Apóstol que no tenía comparaciones posibles para describir lo que se le estaba presentando en la visión y lo expone tal como a él le parece. Si lo describiéramos modernamente en esta época diríamos que son naves interplanetarias, seres extraterrestres y figuras que pertenecen a otros mundos creados por Dios y que el apóstol Juan describe como lo más parecido a lo que en su época se podía apreciar. Por ejemplo: Unos caballos de diferentes colores con seres que los montan, pueden ser el equivalente de su época y experiencia a lo que en nuestro tiempo diríamos que son naves ultra-celestes que representan lo que el mensaje significa para cada época de las iglesias.

Debemos tomar en cuenta que ni Dios ni nadie en el cielo, esperaban que el tiempo del retorno del Señor se alargara de la manera en que ha ocurrido, pues Jesús dijo: “No pasará esta generación, sin que estas cosas acontezcan” (Mateo 24:34) pues no se esperaba, que la indiferencia y falta de interés de las iglesias iba a retrasar los eventos a ese extremo, que hoy, más de dos mil años después, estamos todavía en la tierra y no hemos visto los eventos clave de la segunda venida de Jesús en acción directa. 

El silencio en el cielo por “casi media hora” (Apocalipsis 8:1) se ha extendido y nadie sabe por cuánto tiempo más se extenderá debido a que, como señalamos, la iglesia no ha cumplido su comisión y no se halla preparada para recibir al esposo. Esta demora, que extiende la semana milenaria dentro del sábado en que se dan los acontecimientos, crea un grave trastorno a los planes del Señor, por lo que envía sus siervos a ir por los caminos a invitar a todo el que quiera asistir a las bodas de su hijo. (Mateo 22) Aunque esa situación estaba profetizada por Jesucristo, no se esperaba que la demora entrara en las horas milenarias del sábado, ni que se extendiera el tiempo más allá del mensaje del séptimo ángel que dijo que “el tiempo no será más”.

La demora se ha demorado más de lo esperado y los siervos del Señor no han salido a invitar a todos los que quieran asistir a las bodas (Mateo 22).

Hay que recordar que Jesús le dijo a los discípulos: “Orad para que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado”. (Mateo 24:20) Este pasaje tiene un cumplimiento literal a raíz de la destrucción de Jerusalem en el año 66, pero ya los discípulos habían salido cuatro años antes. No obstante, el cumplimiento profético de Apocalipsis para salir de las ciudades y de Babilonia, ya es inevitable que se produzca en el sábado milenario y en el frío invierno de las frías iglesias que han retrasado este evento cumbre.

Aquellos que en el tiempo de las iglesias de Asia leyeran el mensaje de Jesucristo en el Apocalipsis, se hubieran impresionado por ver esos caballos volando para traer el mensaje de tiempo. Hoy, nos parece raro entender que los ángeles que comandan estos eventos hoy, montan en naves espaciales de diferentes aspectos y colores. Tampoco son máquinas metálicas como las hacen aparecer en las películas, son seres vivos con apariencia diferente que Dios ha creado para propósitos específicos. Esos avistamientos que muchos han presenciado en el cielo de lo que parecen ser objetos circulares voladores, no son otra cosa que seres vivos con ojos a toda su circunferencia, y que pueden transportarse a velocidades extraordinarias o hacerse invisibles por la rapidez con que surcan el espacio y llevan diferentes tipos de carga en su interior.  Son seres vivos, inteligentes, que reciben órdenes de Dios y las ejecutan préstamente. 

Pero Satanás también cuenta con seres de esa naturaleza. Por esa razón, debemos tener mucho cuidado en no confundir cuándo un evento es de Dios o de Satanás. “Por sus frutos los conoceréis” Por la misión y el propósito sabremos si lo que vemos es de Dios o del diablo.

Precisamente, por ser seres vivos no metálicos, es que los radares de los telescopios modernos no los pueden detectar ni seguir en su ruta. Estos radares están diseñados para detectar objetos metálicos o de temperatura y los seres vivos sin sangre no levantan temperatura en sus cuerpos que pueda ser detectada por instrumentos humanos de medición. Solo son vistos a veces, por diferentes razones.

El apóstol Juan, describe estos seres de acuerdo a su criterio, lo usual y común de su época, y la experiencia personal de cómo le parecen a primera vista en las visiones. (Apocalipsis 4)

Veamos el significado de las palabras clave en el orden de los capítulos:

Apocalipsis 4:6 – Un mar como de vidrio, semejante al cristal… Este lago de aguas quietas y tranquilas se encuentra frente al trono y a Juan le parece de cristal debido a que no hay oscilación de la tierra ni del viento que las mueva. Los cuatro animales llenos de ojos son seres especiales representativos de mundos no caídos y como señalamos, son los encargados de transportar a los ancianos a su lugar de adoración frente al trono. Cada transporte lleva seis ancianos. Por sus expresiones al realizar la adoración, y la apariencia de sus caras, les pareció como semejantes a los animales conocidos mencionados en el texto 7. Cuando dice “llenos de ojos” es porque al ser circulares como discos que se mueven a velocidades muy altas, tienen ojos por toda la circunferencia interna y externa. Muchos de los que hemos visto objetos voladores hemos observado lo que Juan llama ojos y hemos pensado que son ventanas a todo su alrededor que se ven desde adentro también.

Capítulo 5

La visión del libro en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono representa el último mensaje que ha estado guardado para el tiempo del fin y sellado con siete sellos. Quién único puede abrir esos mensajes es el Cordero que representa los siete espíritus de Dios por toda la tierra. De nuevo, el número 7 representa la plenitud del poder del Padre en el Hijo con el mensaje del misterio escondido, que por siglos, las iglesias no han descubierto ni predicado. Al analizar los siete sellos, nos percatamos que son un preámbulo a los eventos que están ocurriendo en la tierra y que seguirán agravándose a medida que nos acerquemos al fin del mundo actual. Los mensajes están en clave y los proclama un ser con voz de trueno que anuncia cada evento: No los llamaremos animales porque son seres celestiales con gran inteligencia y raciocinio como para tener el gran privilegio de anunciar eventos, y ministrar frente al trono donde están los privilegiados 24 ancianos que son los 12 patriarcas y los 12 apóstoles.

(Apoc 6: 1-2) El primer sello que se abre presenta la visión de un caballo blanco montado por el que venció sobre el enemigo. El arco es el símbolo del arma con la cual venció y triunfó sobre sus enemigos. (Su Palabra) No debe haber dudas que se trata de Jesucristo quién con la palabra de su boca, venció a Satanás en el desierto.

(Verso 3) Cuando se abre el segundo sello vemos al que perdió la batalla ante Cristo, tomar fuerza para quitar la paz de la tierra, y viene con una gran espada en su mano. Este es el momento cuando Satanás, terminado su confinamiento en el santuario celestial, baja como un rayo para desestabilizar la tierra con eventos de enfermedades, guerras y calamidades de todo tipo, sabiendo que le queda poco tiempo para perseguir y hacer perder a los que aún están en indecisión.

Cuando se abre el tercer sello, un ser de aspecto tenebroso aparece con una balanza en la mano, pesando el trigo y la cebada que, al tasarse, se venden por un denario. El denario es la moneda más pequeña del Imperio Romano que fue degradada por Nerón y que puede compararse por su poder adquisitivo a una décima parte de un dólar. Era el salario diario de un obrero. Las dos libras de trigo y las seis libras de cebada por un denario indican que tanto el trigo como la cebada se afectarían por la intervención del maligno. En la parábola del trigo y la cizaña, el enemigo cruzó el trigo bueno con cizaña o trigo silvestre cícera para lograr sembrar trigo durante el invierno y de esa manera surge el gluten tóxico en todos los cereales que fueron intervenidos por el enemigo. (vease artículo El sello de Dios) No se le permitió dañar el aceite ni el vino debido a que eran útiles necesarios en el servicio del santuario. No obstante, el trigo, la cebada, el centeno y los demás cereales como el arroz, el maíz y la avena, sufrieron la transformación de la intervención genética y hoy día resultan en daño orgánico e inflamación general para quienes los consumen. El ángel le mostró a Juan, lo que hoy sufre la humanidad que consume estos productos intervenidos por el enemigo.

(Apocalipsis 6:7) El cuarto sello le muestra un ser de color amarillo que representa enfermedad, muerte e infierno. Le fue dada potestad de matar con la palabra, con hambre, con enfermedad y con las bestias de la tierra a una cuarta parte de los moradores de la tierra. Aquí podemos ver el sistema médico moderno en acción: Tiene potestad de matar con lo que se le dice al enfermo; “dos o tres meses de vida, un año quizá”; Esa es la espada y le sigue la muerte y luego el infierno. Tienen autoridad para quitar la vida a una cuarta parte de la tierra. El hambre y la mortandad vienen como consecuencia del consumo de los animales de la tierra y de los vegetales y frutas manipuladas genéticamente. 

(Apocalipsis 6:5) En el quinto sello se pudieron ver debajo del altar, las almas de los que habían sido muertos por la palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían. Estos santos claman por justicia ya que murieron víctimas de la persecución por causa de la palabra y el testimonio. A estos se les vistió de blanco y se les dijo que esperaran un poco más en lo que se completaran sus consiervos de otras épocas y del tiempo final que morirían igualmente que ellos.

(Apocalipsis 6:12) El sexto sello provocó un gran terremoto que movió toda la tierra, se oscureció del sol, y la luna se puso roja como sangre. Si estamos en lo correcto, ese terremoto es una conmoción mundial a causa de un gran movimiento político religioso que renegó de Dios y ocultó su presencia sobre la tierra, y la iglesia (la luna) se cubrió de juicio de sangre, y hasta las grandes predicadores cayeron por la sacudida del evento que movió la opinión de las islas, y alcanzó a todos los gobernantes y ricos de la tierra que se escondieron luego de haber causado la ira de Dios sobre la tierra. Esta conmoción ya ocurrió cuando Cristo murió y se hizo un gran terremoto, las tinieblas envolvieron la tierra ocultando el sol y la iglesia se cubrió de sangre inocente. Un evento similar ocurrirá al abrirse el sexto sello. 

(Apocalipsis 7:1) Cuatro ángeles que detienen los 4 ángulos de la tierra para que no se produzca ningún tipo de doctrina sobre la tierra ni sobre las gentes ni sobre ningún ser humano que aún esté apto para salvarse hasta que se termine el proceso de sellar con el sello de Dios y los que han de salvarse sean señalados y sellados en sus frentes. Este proceso de sellamiento es consecuente a la conmoción social que causó el mensaje del sexto ángel y que interrumpe la secuencia de los sellos en el sexto sello, en lo que se produce la separación de los santos que son sellados para salvación. Aquí hace mención de una clase particular de gente, descendientes todos de las doce tribus de Israel. Después del sellamiento que los aparta como reyes y sacerdotes del santuario del cielo, el ángel muestra una gran compañía, incontable de numerosa, se trata de los salvados de todos los linajes y pueblos y épocas de la tierra, listos y vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos. Estos son los gentiles de todas las épocas que, no siendo judíos de extracción, aceptaron el mensaje de Jesucristo y están preparados para comparecer ante el gran trono. Junto a los israelitas de linaje, constituyen esa multitud.

Después de esta interrupción que señala a los salvos de toda época, raza y nación, se abre el séptimo sello. (Cap. 8:1) El séptimo sello crea un silencio de casi media hora. Una hora profética es un lapso que puede ser corto o largo, dependiendo de lo que es y lo que se espera. Por esa razón, es un término de tiempo que no se puede medir más allá de lo que los acontecimientos determinen por su duración. El séptimo sello da lugar a que entren los mensajes de los siete ángeles con las trompetas que se disponen a anunciar los mensajes de tiempo y lugar: Estos mensajes ocurren en diferentes circunstancias de tiempo y repiten algunos de los eventos de los truenos, voces, relámpagos y terremotos por lo que hay que tener en cuenta que algunos eventos pueden ser los mismos, pero pueden ocurrir en épocas diferentes.

De la misma manera que el mensaje de los sellos se interrumpe en el sexto sello para dar paso al señalamiento de los sellados, así también ocurre con el mensaje de las siete trompetas que se interrumpe en la sexta para dar paso al mensaje del ángel con el librito:

El primer ángel toca la trompeta (da su mensaje) “con sangre fueron arrojados a la tierra”. Este es un mensaje de juicio que deja fuera una tercera parte de los hombres que ministraban en los altares de las iglesias. También incluye la hierba verde que son jóvenes y niños que crecieron dentro de las doctrinas cristianas y que participan del error y de las falsas doctrinas del evangelio adulterado por las falsas doctrinas.

Otro mensaje de juicio ocurre cuando el segundo ángel toca la trompeta: Esta vez es una gran denominación religiosa que es lanzada a juicio y hallada en falta. La tercera parte de su membresía sufre el juicio divino y muere espiritualmente otra tercera parte, así como otra tercera parte de las iglesias (navíos) perece en el juicio. En esta trompeta, se elimina una gran denominación religiosa que sufre el juicio y es descartada en su totalidad para salvación.

Cuando el tercer ángel toca la trompeta, “cae del cielo una grande estrella, ardiendo como una antorcha”. Se trata nada menos que de Satanás que termina su confinamiento de mil años y se dirige directo a los ríos y fuentes de agua y estas se vuelven amargas. Se trata de los canales que llevan el mensaje y los manantiales de agua que son los seminarios y colegios de teología que reciben la visita del archienemigo que hace amargas las congregaciones con el mensaje de error por ellos sembrada. Por esa razón, se le denomina Ajenjo al mensaje que introduce Satanás en las escuelas de teología que comanda. De ahí en adelante, la teología se hace técnica y conceptual a los dictados de los grandes teólogos de la tierra, arqueólogos, y doctores en religión que sostienen doctrinas propias, fuera de la verdad.

Cuando entra el mensaje del cuarto ángel, la tercera parte de los pastores y ministros que predicaban la palabra del Sol, (Dios) y de las doctrinas de la iglesia (la Luna) que recibe la luz del sol, y de sus grandes evangelistas (las estrellas) quedaron fuera, en oscuridad y no alumbraron adecuadamente ni el día ni la noche: (ni en la luz ni en las tinieblas), por la intervención directa de Satanás que introduce el ajenjo para herir el mensaje de verdad que queda mutilado por las falsas enseñanzas.

El quinto ángel describe la caída de Satanás con la llave del pozo del abismo. Recuerden que a la iglesia de Filadelfia se le entregó la llave de David, y ahora Satanás baja del cielo donde estuvo recluido para terminar su obra de iniquidad contra la verdad. 

En Lucas 10:18, Jesús anticipa a sus discípulos este acontecimiento fatal cuando Satanás termina su confinamiento de mil años en el santuario del cielo a raíz de la muerte de Cristo. Durante ese tiempo, planificó su estrategia final contra los fieles. Ahora tiene la llave del pozo del abismo y lo abre de inmediato: “y subió humo del pozo, como el humo de un gran horno; y oscurecióse el sol y el aire por el humo del pozo”. Este humo que oscurece la verdad de Dios que alumbraba al mundo, es una serie de doctrinas falsas que Satanás trae e introduce en las iglesias y oscurecen el sol y el aire. Del humo, (de las doctrinas falsas) salieron langostas con poder venenoso como tienen los escorpiones de la tierra. Estas langostas con características de escorpiones, son ministros y pastores que, con el mensaje falso de la salvación universal, crearon grandes congregaciones para engañar a los que “no tienen la señal de Dios en sus frentes” (cap. 9:9) 

Las langostas son insectos que vuelan en grandes manadas sobre los campos y destruyen las cosechas. Los escorpiones tienen la boca para agarrar la presa y con la cola le inyectan el veneno mortal a sus víctimas. Por cinco meses que son 150 años, estos ministros estarán haciendo su obra venenosa mortal atormentando “como tormento de escorpión cuando hiere al hombre”. Los dirige Satanás en persona. A consecuencia de este trabajo de maldad, el sexto ángel manda a desatar los cuatro ángeles que están atados en el gran río Éufrates: (cap. 9:14). Estos cuatro ángeles tienen la encomienda de sellar para muerte “a una tercera parte de los hombres”. En el verso 20 nos indica que estas 3 plagas caen sobre gente que no se arrepienten de “las obras en sus manos”. Se trata primeramente de un ejército de hombres demonios de cuyas bocas salen fuego, (doctrinas de error) humo, (doctrinas de confusión y oscuridad) y azufre, (doctrinas de juicio y calamidades) “Porque su poder está en sus bocas” “y en sus colas” tienen un poder de convencimiento muy grande y la cola de seguidores les da poder y capacidad económica para actuar. Sus seguidores son semejantes a serpientes y solo piensan para engañar y mentir como la serpiente del Edén (versos 17:19). El verso 20 los identifica claramente: son adoradores de ídolos y artesanos que los fabrican. Ambos en acuerdo, crean y adoran las imágenes, y no hay manera que se arrepientan de lo que el ángel cataloga de “hechicerías, fornicación y hurtos”. Estos reciben su terrible castigo.

El capítulo nos representa al ángel “fuerte” que desciende del cielo, (viene de Dios) y tiene en su mano el “librito abierto”. Éste pone su pie derecho sobre el mar (multitudes que van a perdición y su pie izquierdo sobre la tierra: (los santos hijos de Dios que están vivos perseverando en ese tiempo) Cuando el ángel emite su señal (una exclamación fuerte, pesada y sonora) Los siete truenos dan sus mensajes: Estos mensajes no fueron revelados en ese momento porque el libro sellado por dentro y por fuera tenía que ser abierto en la tierra, y no había ser humano preparado para hacerlo. Ese acto de apertura del libro sellado por dentro y por fuera, tiene un mensaje especial de tiempo y de juicio que tiene que ser predicado a todo el mundo. Se trata de un mensaje especial escrito en la parte interior del libro. De este tema hay un escrito anterior donde explicamos el detalle de este mensaje del misterio escondido de Dios revelado en el capítulo 5:7.

Al revelarse este misterio, se ve un mensaje oculto en el mensaje literal de la biblia. Es un mensaje profético que corre paralelo al mensaje literal común que todos conocemos. Pero éste es un mensaje especial que solo “los entendidos entienden” pero para que se releve de responsabilidad, tiene que ser predicado a “muchos pueblos y gentes y lenguas y reyes”.

Ese mensaje que revela un segundo mensaje oculto se cumple en este escrito que abre ese libro sellado que solo el León de la tribu de Judá, Jesucristo en persona, le reveló a los discípulos en las siete parábolas de Mateo 13. Es el mismo lenguaje con el que se dirige a las siete iglesias del tiempo del fin en Apocalipsis y revela una nueva y visión de los símbolos, parábolas, mensajes proféticos y palabras clave de la Biblia en ese mensaje paralelo y muy consistente con el texto general y el propósito de Dios sin que los enemigos de la verdad lo puedan sabotear, alterar o cambiar como han hecho con el texto literal. 

Del librito, surge un mensaje puro, claro y directo que, a estas alturas de la historia, los enemigos de la verdad ya no pueden cambiar ni modificar. Por esa razón, al comerlo, el profeta lo encontró dulce en la boca, pero le amargó en el vientre al digerir su contenido. Ahora después de tanta espera y lucha, el remanente tiene que volver a predicar el nuevo mensaje del libro que está escrito “por dentro”.

En el capítulo 11, el profeta se ve precisado por el ángel a levantarse y “medir el templo de Dios, el altar y a los que adoran en él” (verso 1) Este es un acto de juicio que le asignan al profeta para que hable y confirme que el patio que está fuera del templo no debe ser medido con la misma medida que se mide el templo judío porque es dado a los gentiles que serán medidos con una medida diferente: Se trata de una asignación especial que le permite a los gentiles que no tuvieron oportunidad de obedecer la ley de los diez mandamientos donde se encuentra el descanso sabático semanal, que entren en el proceso salvífico y tengan un lugar frente al trono, (Apoc 7: 9-10) vestidos de ropas blancas. Esta grande compañía, recibe esa dispensa especial debido a que, al predicarse el mensaje, luego de la muerte de Cristo, los discípulos predicaron un mensaje de resurrección y vida, que aceptaron muchos gentiles pero que hubo confusión y discusión en cuánto a la observación de los mandamientos, con especialidad el del sábado que se le atribuye a los judíos y que ha sido motivo de grandes controversias entre los cristianos de hoy día. Uno de los propósitos del Señor en revelar el mensaje al Apóstol Juan y presentarle los eventos finales del fin de los tiempos, es aclararle a las iglesias este asunto de la vigencia perpetua de la ley. (Apocalipsis 14:12)

Aquí está aclarado el punto; de ahí en adelante, todos somos responsables de obedecer los mandamientos, los preceptos y los estatutos. Se aclara que lo único que Cristo abolió en la cruz, es la ley de sangre de los sacrificios contínuos de animales que el profeta Daniel había predicho en (Daniel 12: 10-12) “Los entendidos entenderán” pero los impíos obrarán impíamente y ninguno de los impíos entenderán, pero entenderán los entendidos. Este capítulo 12 de Daniel es el preámbulo al mensaje de Apocalipsis y la razón de su existencia.

Al Jesús dejar la tierra, se produjeron dudas en cuánto a lo permisible y lo prohibido por las leyes y hubo disensión entre los apóstoles que les costó esfuerzo y discusiones para ponerse de acuerdo. No obstante, las palabras del Maestro “No he venido a abrogar la ley ni los profetas, sino a cumplir” (Mateo 5: 17-18) quedaron grabadas, haciendo claro que la ley es eterna y alcanza a la tierra nueva y a todo su componente.

Los judíos habían hecho de la ley, y sobre todo del sábado, una carga difícil de llevar por todas las reglas y sanciones que le habían sido impuestas por ellos. Jesús los reprendió al respecto y les dijo: “El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado”. (Marcos 2:27)

Uno de los propósitos del mensaje apocalíptico es poner en orden el mensaje que las iglesias estaban, están y estarán dando en la fase final de la historia: Depurarlos del error y encaminar las iglesias en la verdad absoluta.

Muchos exégetas indican que los dos olivos y los dos testigos son el nuevo y el antiguo testamento. Si así fuera; entonces los que dicen que el antiguo testamento ya no tiene valor, se contradicen y crean inconsistencia en su interpretación, pues por un lado lo descartan y por otro, tienen una sentencia aquí que los condena. (Apocalipsis 11: 3-7)

Jesús realizó la exégesis correcta cuando inspiró al Apóstol Pablo en los Romanos a realizar la diferencia en el proceso de salvación de judíos y gentiles (Romanos 11:17) Pablo habla del misterio que acontece que en Israel haya entrado la plenitud de los gentiles (Romanos 11:25)

Este es un mensaje que los cristianos no desean aceptar porque piensan que los gentiles no se lo merecen, sin darse cuenta que se trata de ellos mismos que al no ser judíos porque sienten discrimen contra ellos, tampoco quieren ser gentiles cuando se auto- clasifican. ¿Qué son? Cristianos y de esa manera, se sienten más a gusto que decir que son gentiles. 

El rechazo del cristianismo a los judíos es similar al rechazo de los judíos a los gentiles y a otras naciones de su tiempo. Sin embargo, los judíos que aceptaron a Cristo y que son “cristianos”, también son rechazados porque siguen guardando los diez mandamientos, celebran las fiestas ceremoniales y observan el sábado. 

Porque, según la mayoría de los cristianos, creen equivocadamente que todo el que dice que cree es salvo, Si eso creen, en esa misma creencia perecerán. “Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿o quién fue su consejero? ¿O quien le dio a él primero, para que le sea pagado? Porque de él y por él, y en él, son todas las cosas. (Romanos 11: 34-36)

El Apocalipsis define la línea de lo que es, de lo que no es y aclara los conceptos que puedan producir la más mínima duda. Contiene el secreto del misterio escondido desde la fundación del mundo y lo vierte en el último mensaje del séptimo ángel, (la llave de David) del libro sellado con 7 sellos que había estado cerrado. “Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su testamento fue vista en su templo y fueron hechos relámpagos, y voces y truenos y terremotos; y grande granizo”.

Cuando se rasgó el velo del templo de Jerusalén y el cordero que se iba a sacrificar ese día, saltó corriendo y se escapó de las manos del sumo sacerdote, quedó el lugar santísimo al descubierto en señal de que ya el Cordero de Dios había sido sacrificado de una vez y para siempre. No había que matar más corderos ni derramar sangre inocente por la remisión de pecados.

Hay una matemática interesante en el capítulo 9, que nos da una idea del tiempo aproximado del poder que se les otorga a estos escorpiones. Tomando en cuenta que, a raíz de la muerte de Cristo, Satanás es arrestado y apresado circunstancialmente en el santuario celestial como se hacía en el santuario del desierto con Azazel y estuvo atado por mil años. (Apocalipsis 20: 1-2) “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión” (Apocalipsis 8:10) (Apocalipsis 20:7) Podemos calcular que del año 1 DC al año mil que Satanás es liberado, se añaden los 5 meses–años del capítulo 9 que son 150 años más, suman 1,150 años que comienza el tiempo del “pozo del abismo” que da inicio a las etapas de langostas–escorpiones. O sea, que para el año 1,150 DC comenzaron a desarrollarse este tipo de predicadores o ministros que predominan prominentemente hoy y que se consideran de mucho respeto y de gran prestigio en la sociedad moderna. Sobre todo, cuando logran grandes congregaciones y fastuosos templos. Si Juan tenía cerca o más de 100 años, podemos decir que son los 1260 días–años de Apocalipsis 12:6. 

Cuando Satanás abre el pozo del abismo, sube el humo “como de un gran horno” “que oscurece el sol y el aire” con doctrinas de hombres, guiados por la iniciativa de Satanás que oscurece el sol de justicia, contamina el aire religioso y establece una serie de religiones extrañas a la verdad, doctrinas de error, filosofías orientales, prácticas anticristianas y lo más peligroso: Las tres doctrinas de error dentro del cristianismo que Jesús anticipó en la parábola que reseñamos anteriormente de las 3 medidas de harina y la levadura. La levadura infatuará la masa, y la hará crecer falsamente para aumentar su apariencia pero no su peso. Según el Maestro, la levadura de los fariseos era pura doctrina de hipocresía y engaño. (Marcos 8:15).

Estas tres doctrinas farisaicas de error son: 

1. La inmortalidad del alma 

2. La abolición de los leyes y mandamientos

3. La salvación universal por fe

En Apocalipsis 8:4 el ángel activa el incensario de oro y éste es añadido a las oraciones de todos los santos para contrarrestar desde temprano, la obra de engaño que Satanás planeaba introducir en el cristianismo. En el capítulo 8:10, el profeta ve a Satanás caer del cielo como un rayo; en Lucas 10:18 es Jesús quién ve a Satanás caer como un rayo del cielo. Hay consenso bíblico en que este enemigo de la verdad estuvo confinado en el santuario del cielo por mil años, igual cantidad de años estuvo vagando en el abismo a raíz de la rebelión en el cielo. Otros mil años de penitencia no lograron doblegar la voluntad de este ángel rebelde que era representado por el macho cabrío que se amarraba a la puerta del santuario, y el sumo sacerdote ponía sobre su cabeza los pecados de Israel. Es importante señalar en esta oportunidad, que los eventos narrados en el Apocalipsis siguen la métrica ritual del santuario del desierto que fue una copia terrenal del santuario del desierto celestial donde ocurren los actos que el profeta observa en sus visiones. Al estudiar el santuario del desierto y su liturgia, podemos ubicar mejor el orden de las visiones apocalípticas que como señalamos antes, no están en el orden cronológico en que ocurren en la realidad profética.  En Apocalipsis 12, y después del mensaje de las iglesias, de los sellos y de las trompetas, la narración profética va años atrás al tiempo del nacimiento de Cristo, y de pronto, se transporta al futuro nuevamente, lo que nos hace pensar que este ir y venir, puede ser confuso para el estudiante de la profecía apocalíptica por sus vaivenes cronológicos constantes.

Eso nos obliga a llevar un control de los acontecimientos finales en el orden del santuario, en tanto y en cuanto puedan ubicarse en esa secuencia. Algunos eventos no se pueden definir si ocurren antes o después de otros porque también se puede observar que la narrativa repite actos bajo los sellos que también se incluyen en los truenos y en las trompetas y/o viceversa.

Según la historia se repite en los eventos de la tierra, los eventos proféticos no son la excepción. El ángel le presentó al profeta escenas terribles de calamidades por las cuales la tierra va a pasar en los días finales de esta dispensación: “Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán” (Cap. 9:6)

Nota: 

A raíz de la pandemia de COVID-19, un virus que paralizó todos los países del mundo y cerró puertos y aeropuertos en muchos países, los escépticos que no creen en la Palabra del Señor, estuvieron de acuerdo en que se trataba de una calamidad apocalíptica y así lo clasificaron periodistas internacionales que se expresaron asombrados de que algo tan pequeño que no se ve a simple vista, lograra paralizar al mundo entero en la forma que lo vimos.

Por esa experiencia, nunca antes vivida en el mundo actual, podemos creer que los eventos que narra el profeta y que los muestran ángeles comisionados por Jesucristo para ser enseñados en las iglesias, y que los escogidos que creen se preparen, serán hechos reales según vayan ocurriendo.

En Apocalipsis capítulo 12 se presenta un cuadro histórico pasado que da algunos detalles de la historia que la biblia no reseña. Se trata de el nacimiento de la iglesia cristiana, del nacimiento de Jesucristo y de la persecución constante y permanente del dragón bermejo “que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en su cabeza 7 diademas. Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra”. No es difícil entender que se trata de Satanás, pendiente de que la mujer de a luz su hijo para destruirlo. Las 7 cabezas y diez cuernos son una alusión al tiempo cuando Europa estuvo dividida en diez reinos, de los cuales, tres se eliminaron y quedaron siete. Estos aún existe y se mantienen con gobiernos separados por lo que conservan las siete diademas símbolo del poder individual político. La cola del dragón arrastraba una tercera parte de los ángeles del cielo; información muy valiosa que nos da la cantidad de ángeles que Satanás pudo convencer y unir a su ejército.

Nota: Para el tiempo de la primera fase histórica de las iglesias, Europa estaba dividida en diez reinos. De éstos fueron eliminados tres y quedaron los siete reinos que prevalecen hasta el día de hoy. 

“La mujer parió un hijo varón el cual fue arrebatado para Dios y su trono”. No hay lugar a dudas de que se trata del nacimiento terrenal de Cristo. La persecución contra la iglesia fue grande en todo el continente europeo y la iglesia “huyó al desierto para que la mantengan por mil doscientos sesenta días” Muchos exégetas están de acuerdo en que se trata de la huída de los cristianos a América que se encontraba desierta y recién descubierta. Pero en el texto 7-9 del capítulo 12, vuelve atrás y se remonta la visión a la batalla que Satanás libró en el cielo contra Dios que terminó Dios echándolo al abismo con todos sus seguidores. El verso 14 ilustra sobre el viaje de la iglesia a América (Dos alas de grande águila) y no fue en un avión, pero si fue muy rápido la inmigración del pueblo de Dios (los cristianos) a la nueva tierra de libertad donde no había persecución. 

Hay que tener en cuenta que casi siempre la persecución viene por motivos religiosos, pero la implementan y la ejecutan los gobiernos civiles. El texto 15 nos informa cómo la iglesia fue perseguida en Europa por un río de gente y de soldados o policías, pero la tierra (América) ayudó a la iglesia y sorbió la persecución que no tuvo consecuencias en el nuevo continente. Pero de nuevo, la serpiente dirigió sus ataques esta vez, contra los cristianos que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Recuerden que después de los mil años, Satanás fue soltado y bajó como un rayo a perseguir solo a los que guardan los mandamientos de la ley divina. Los otros cristianos que cayeron en el engaño de las tres doctrinas de error no interesaban a Satanás pues los tenía de su parte y colaboraban en una persecución institucional espiritual.

El capítulo 13 sigue mencionando la bestia de siete cabezas y diez cuernos porque el poder original que inició la persecución en Europa se solidificó en la blasfemia de establecer un reino en Europa con la encomienda de dirigir los asuntos religiosos desde el nuevo reino vaticano de Roma. (Apocalipsis 13:12) El verso 15 informa del Espíritu religioso que le fue dado a la bestia para que la imagen de la bestia hable, ordene y persiga a todo el que no tenga la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. (verso 16) “y hacía que, a todos, a los pequeños y a los grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiere una señal o marca en su mano derecha, o en sus frentes”: Y que ninguno pudiere comprar y vender si no tiene la señal.

Esta marca en la mano o en la frente es una señal invisible que significa el estado de conciencia de la persona (en su frente) o la acción de sus intereses en su mano derecha que define su forma de actuar. Esa marca invisible o visible identifica a los seguidores de Satanás de los seguidores de Jesucristo.

En esa etapa, el estado de conciencia de cada cual define su afiliación por conciencia y su decisión de lealtad a Dios o a Satanás.

Muy temprano en la historia de América, se produce lo que la profecía había señalado: “La serpiente o la bestia que echa un río detrás de la iglesia y vienen a América los seguidores de Satanás con las tres (3) doctrinas de error y contaminan todas las iglesias y denominaciones que se formaron bajo la libertad del nuevo continente abierto.

Resumen Final

El capítulo 20 de Apocalipsis hace un recuento de los eventos del Juicio final sobre Satanás y sus huestes de maldad.  No hay términos simbólicos que aclarar en los últimos capítulos que narran de forma espectacular la Bodas del Cordero, la Santa y Nueva Jerusalén con sus fundamentos. Detalles impresionantes como el muro, las doce puertas de perlas gigantes y las maravillosas piedras preciosas, así como del oro con el cual está construida la ciudad.  La descripción que hace el apóstol es fabulosa y describe esos detalles con gran exactitud y precisión.  La visión comienza en el capítulo 21 mostrando un cielo nuevo y una tierra nueva. 

En el capítulo 22 narra parte de lo que se puede apreciar es el nuevo Edén restaurado con el árbol de la vida que da cada mes su fruto y sus hojas son medicina natural para las naciones que han de crecer en el nuevo reino.  Las palabras del profeta son elocuentes en la narrativa y no necesitan explicación alguna por que están claras y muestran unas visiones que no necesitan traducirse al nuevo lenguaje profético.  El verso 17 de ese capítulo tiene una espectacular invitación que podemos aceptar para vida eterna.  

Si los creyentes no hubiéramos recibido la bendición de tener el Apocalipsis, estaríamos en una gran incertidumbre y confusión con los eventos calamitosos que están sucediendo.  Aunque Jesús en Mateo 24:7 anunció estas calamidades, muchos dirían que todo eso fueron señales que se cumplieron para el tiempo de la destrucción de Jerusalén y seguiríamos en la incertidumbre de su venida y del fin del mundo,  pues Jesús dijo en Mateo 23:36 y 24:34 que no pasaría esa generación sin que estas cosas acontecieran.  Por lo tanto, el pueblo de Dios estaría sin información de los últimos acontecimientos que ahora conocemos, que estamos viviendo y que se describen en el Apocalipsis.  

Cuando el Señor llamó a Juan y le dió el mensaje a las iglesias, sabía que era necesario profetizar otra vez para el pueblo que estuviera esperando por fe al Señor.  No hay razón ni justificación alguna que pueda crear duda o perplejidad, pues el mensaje está claro en los capítulos finales de Apocalipsis que no están escritos en clave sino muy claros y definidos para todos.  

Final

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